El
teatro, situado en el emplazamiento histórico de Pelufium,
tiene 110 metros de diámetro y es el segundo que aparece
en esta zona, dijo Mohamed Abdel Maqsud, director general de
antigüedades del Sinaí y el Bajo Egipto, del CSA.
Según Abdel Maqsud, el teatro fue ‘destruido por
las tropas israelíes en 1967’.
Pelufium fue denominada así porque allí desembocaba
el Pelufi, uno de los siete afluentes del río Nilo, que
en latín quiere decir barro. Ahora Pelufium se llama
en árabe Al Farama y se localiza a 35 kilómetros
al este de Qántara Sharq, situado al sur de Arich, en
el noroeste del Sinaí. Construida en ladrillo rojo en
el siglo III, la fortaleza de Al-Farama es considerada la más
grande ciudadela romana de Egipto, también usada en la
época islámica, y que tomó el nombre de
los comandantes musulmanes en Egipto. De hecho, es una de las
más importantes situada en la ruta militar de Horus,
por su superficie de 400 por 200 metros. Los muros de la fortaleza
alcanzan, en algunos sectores, cinco metros de espesor y muchas
de las columnas están hechas de granito. Durante los
trabajos arqueológicos, comenzados en 1983 por la CSA
con la dirección de Mohamad Abdel-Maqsoud, la misión
egipcia había puesto al día monumentos muy importantes
que datan de la época romana. ‘Se descubrió
un baño romano con mosaicos policromos de concepción
geométrica del siglo III, un anfiteatro y depósitos’,
explica. La ciudad, que sufrió varias ocupaciones, tiene
también una interesante iglesia bizantina en Tell Al-Makhzan,
considerada una de las más grandes y antiguas de Egipto.
En el lado este de la localidad se hallaron, asimismo, restos
de iglesias del siglo IV que se usaron hasta los siglos VII
y VIII. Maqsud recordó que san Isidoro, que vivió
entre los siglos V y VI, escribió que Pelufium estaba
protegida por los santos mártires sepultados en la ciudad,
por lo que no descartó que las iglesias descubiertas
en la zona contengan sus restos mortales.
En el lado oeste de Pelufium se descubrieron unas termas que
datan del siglo I, otra iglesia del siglo V y una fortaleza
del siglo VI, que se usaba durante el Imperio romano para defender
la frontera este de Egipto. La fortaleza tiene 36 torres y tres
entradas y en su restauración, que duró seis años,
se usaron un millón de ladrillos, según Maqsud.
El jefe de la excavación en la zona, Ahmed Al Tabei,
explicó que en la misma zona aparecieron también
vasijas de cerámica, monedas y osamentas de animales
que tienen esculpidas figuras geométricas, vegetales
y humanas.
Además, se descubrieron sellos que señalan las
relaciones del Egipto romano con los pueblos del Mediterráneo,
según Tabei.