Investigadores
del Instituto Catalán de Paleoecología Humana
y Evolución Social (IPHES) y del Área de Prehistoria
de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona explicaron
que el descubrimiento de los restos de un ‘Mammuthus meridionalis’
es de ‘de gran importancia paleontológica porque
hay muy pocos’.
Según informaron hoy fuentes de la URV, junto a estos
restos se encontraron dos molares, también de mamut,
aunque los exámenes preliminares no han podido determinar
si son del mismo ejemplar.
Por encima del nivel donde ha aparecido el mamut se han encontrado
herramientas de sílex que ‘avalarían la
presencia humana en estos parajes hace más de medio millón
de años’, y un foso agrario relleno con algunos
materiales cerámicos romanos.
El hallazgo del mamut y las industrias líticas son muy
importantes para profundizar en el conocimiento de las primeras
dispersiones humanas que, procedentes de África, llegaron
a Europa hace más de un millón de años,
según Josep Vallverdú, responsable de la excavación
y miembro del IPHES-URV.
De esta manera, el yacimiento localizado en un paraje conocido
como La Boella, situada entre La Canonja y Tarragona, ‘se
sitúa en la misma línea de investigación,
y en una edad similar, de yacimientos como Atapuerca y Orce’,
pese a que hasta hace diez años se consideraba que en
Europa no había habido población humana antes
de hace 500 mil años.
Bienvenido Martínez, investigador del ICREA (Institución
Catalana de Investigación y Estudios Adelantados), explicó
que los restos de dientes encontrados corresponden a una forma
tardía de la mencionada especie, ‘los últimos
registros de la cual, en Europa, se sitúan en torno a
los 800 mil y el millón de años’.
El ‘Mamuthus meridionalis’ era de grandes dimensiones,
de hasta 4,5 metros de altura, conocido por sus grandes defensas
o colmillos con varias curvaturas y que podía llegar
a pesar hasta doce toneladas, el doble que los elefantes actuales.