‘Centro
Blanco’, es el título de esta obra de 1950, cuyo
valor se estimaba en unos 29 millones de euros. Un postor anónimo
la ha adquirido en la subasta de la firma Sotheby's, en la que
se han vendido un total de 187 millones de euros en arte, y
en la que también se podía pujar por cuadros de
Francis Bacon y Jackson Pollock entre otros.
El precio de venta no sólo significa un récord
para el artista, el cual era de 16 millones, sino para toda
la pintura del arte contemporáneo vendida en una subasta,
que estaba situada en 20 millones de euros. Fue en noviembre
pasado cuando el artista estadounidense Willem de Kooning, uno
de los maestros del expresionismo abstracto lo consiguió.
El atractivo del Rothko radicaba en que provenía de la
colección de Rockefeller, un respetado banquero y figura
política de 91 años de edad. Además fue
compuesta en un momento crucial de la carrera del artista. La
pintura, que nunca había sido subastada y fue adquirida
por el filántropo en 1960 por 6.000 euros, estaba colgada
en su oficina en el céntrico Rockefeller Center de Manhattan.
El haber pasado por pocas manos desde su creación en
1950 ha sido otro motivo de interés para los compradores.
Rockefeller la adquirió en una galería a la que
había sido consignada por Elizabeth Bliss Parkinson,
sobrina de Lillie Bliss, una de los tres fundadores del Museo
de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).
En la misma subasta se han marcado otros récords. Uno
de ellos para Francis Bacon por su obra ‘Estudio del Papa
Inocente X’ (1962), una de las pinturas del artista británico
inspiradas en el retrato del Papa realizado por el maestro español
Diego Velázquez en 1650. La obra se ha rematado en 39
millones de euros, cifra que supera con creces su anterior marca
de 20 millones y su valor estimado por los expertos de Sotheby's,
que era de hasta 22 millones de euros.
Pero los récords siguieron en este acto, el artista Jean
Michel Basquiat por un autorretrato pintado en 1981, siete años
antes de morir por una sobredosis de droga, se vendió
en casi 11 millones de euros. En el catálogo de la subasta,
la pintura era descrita por los expertos de Sotheby's como ‘la
más deseable e importante de Basquiat en salir a subasta
en muchos años’, y se apuntaba al Museo de Israel
en Jerusalén como el propietario que la ponía
en venta.