Se
trata de una de las mayores recuperaciones de piezas arqueológicas
peruanas traídas de contrabando a este país, tras
dos meses de investigaciones efectuadas por la Oficina de Inmigración
y Control de Aduanas (ICE) y el alguacil del condado de Broward,
al norte de Miami.
Entre las 412 piezas, se encuentra una vasija de arcilla que
se estima fue elaborada hace 3.500 años y una estatua
que tendría 1.800 años de antigüedad, dijeron
oficiales del servicio de inmigración y aduanas de Estados
Unidos. El embargo, realizado durante una investigación
en el sur de Florida hace dos años, sería uno
de los más grandes alijos precolombinos que entraron
de contrabando a Estados Unidos desde Perú.
Ugo Bagnato, un italiano de 66 años, fue arrestado después
de recibir información de manera anónima, y tras
un una investigación con un agente encubierto del ICE,
quien adquirió un huaco (pieza de cerámica precolombina)
que fue analizada por expertos de la FIU y del museo Smithsonian
en Washington D.C. Cuando la pieza fue autentificada, solicitaron
más a Bagnato y en su residencia hallaron dos lotes de
piezas. El acusado dijo que se trataba de una importación
legal y presentó documentación falsa tratando
de justificar el origen de las piezas, argumentando que pertenecían
a una colección privada. Bagnato se declaró culpable
de la venta y recepción de los bienes robados y cumplió
17 meses en una prisión federal.
Las piezas recuperadas provienen de las culturas Mochica, Chimú,
Chancay y Cuspinique y datan del 1.500 a.C. Jorge Román,
cónsul general de Perú en Miami, ha explicado
que las autoridades estadounidenses se incautaron en septiembre
del 2005 de un lote de piezas, entre las que había artefactos
de Colombia, Ecuador y México, además de las peruanas.
Entre las piezas hay fardos funerarios que ‘probablemente
provienen de varios saqueos a tumbas’, un poncho de plumas
típico de la zona de Paracas, máscaras de metal,
tejidos, una muñeca de tela, una cesta con implementos
para tejer y una figura masculina que se estima tiene 1.800
años de la cultura Chancay. Un kipus elaborado con cuerdas
de algodón y lana en nudos. Los kipus constituían
un sistema de contabilidad utilizado por los incas y cada uno
de los nudos que contenía podía significar la
cantidad de ganado que poseían o el registro de las cosechas,
de la población y de productos, ha explicado Román.
Julie Myers, subsecretaria de ICE, ha entregado los objetos
a Román en un acto en la Universidad Internacional de
Florida (FIU). El cónsul peruano ha asegurado en el acto
que la repatriación de los artefactos es un claro mensaje
a aquellos involucrados en el tráfico ilegal que ‘nuestros
países están comprometidos a proteger el patrimonio
de Perú’. Las piezas serán enviadas a Perú
el próximo mes de julio después de un embalaje
adecuado y serán entregadas al Instituto Nacional de
Cultura.
La recuperación de este patrimonio cultural se ha efectuado
de acuerdo al Memorando de Entendimiento suscrito entre Lima
y Washington que prohíbe la importación, exportación
y transferencia de material arqueológico de culturas
prehispánicas.