A
tres años de que se abrieran los contenedores y baúles
que durante 50 años guardaron celosamente los secretos
de Diego Rivera y Frida Kahlo, hoy nos revelan que es muy probable
que su madre fuera la principal influencia para que la pintora
usara los vestidos étnicos que la caracterizaban; que
no sólo le gustaba ser retratada, sino que ella también
hacía fotografías con gran valor estético,
y además de que era una apasionada de escribir cartas
y coleccionar amores, pero que aún estamos lejos de saber
cuántos fueron.
Esto es tan sólo una pequeña parte de todos los
datos nuevos que se revelarán en la exposición
‘Tesoros de la Casa Azul, Frida y Diego’, en la
cual se exhibirá una pequeña selección
de los miles de documentos, fotografías, indumentaria,
publicaciones, objetos personales, dibujos y bocetos que pertenecieron
a Rivera y Kahlo, pero que por decisión del muralista
estuvieron guardados durante 50 años.
En realidad, Diego Rivera pidió a Dolores Olmedo Patiño
que las 30 cajas de documentos y todos los objetos que estaban
en los muebles de la Casa Azul no se tocaran hasta 15 años
después de su muerte. Pero Dolores Olmedo, amiga y una
de las principales coleccionistas de la obra artística
de estos dos creadores, decidió que ese conjunto no se
abriría hasta después de su muerte, ocurrida en
2002.
Las cajas se abrieron en 2004 e inmediatamente se inició
la limpieza, catalogación, restauración y digitalización
de los 22.105 documentos inéditos. Esta labor fue realizada
por especialistas de la UNAM y de la asociación civil
Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México
(Adabi).
La historiadora del arte y especialista en Frida Kahlo, Teresa
del Conde comenta que entre las cartas hay corresponsales, desde
el compositor Carlos Chávez hasta el novio de Frida Kahlo
durante su juventud, Alejandro Gómez Arias. ‘Toda
la correspondencia de Gómez Arias es muy reveladora sobre
el tipo de relación que mantenían en ese tiempo.
Eran gente muy joven, liberal y subversiva hasta cierto punto.
No es que fueran noviazgos como los que ahora se dan, eran más
de avanzada. En ese momento ella todavía no comenta cuestiones
políticas, al contrario, inclusive cuenta que va a la
iglesia, reza y se va a confesar’.