La
alerta la dio el lunes un empleado del parking de la clínica
psiquiátrica Burghölzli al encontrar una furgoneta
Opel blanca abierta con matrículas robadas. Había
dos cuadros a la vista en el asiento trasero. Se trataba de
Ramas de castaño en flor (1890) de Vincent Van
Gogh, y Campo de amapolas cerca de Vétheuil
(1880) de Claude Monet, dos de las obras robadas a punta de
pistola el 10 de febrero de la Colección Bührle,
un museo situado a pocos metros del psiquiátrico. Aún
quedan por recuperar El conde Lepic y sus hijas, de
Claude Monet, y Niño con chaleco rojo, de Paul
Cézanne.
Los dos cuadros encontrados tienen un precio estimado de 43
millones de euros y son los de mayor tamaño de los cuatro
sustraídos. Los dos que quedan por recuperar tienen un
valor de 69 millones de euros (aunque el cézanne es con
mucho el más valioso del grupo, con un precio estimado
de 65 millones de euros).
Tras un examen en profundidad, Lukas Gloor, director de la Colección
Bührle, afirmó que las piezas eran auténticas
y que no habían sufrido daños. Finalmente, la
información fue hecha oficial por la policía de
Zúrich en la tarde de ayer, aunque las noticias circulaban
a toda velocidad desde el pasado lunes.
El robo de los cuadros, fue espectacular. Se produjo a las 16.30
de un domingo, en pleno horario de visitas en la Colección
Bührle, en Zúrich, cuando, según los testigos,
tres hombres armados ’vestidos con ropas oscuras y pasamontañas’
irrumpieron en el museo y obligaron al personal y visitantes
a echarse a tierra.
La sustracción de estos cuatro lienzos se sumó
a la de dos obras de Picasso desaparecidas en circunstancias
aún por aclarar cuatro días antes en Pfäfikkon,
a pocos kilómetros de este robo. Las primeras investigaciones
apuntaron a que en ambos casos se empleó la misma ’furgoneta
blanca’, pero esto tan sólo es una hipótesis
con la que se trabaja.