El
lugar inca está ubicado en la zona de Cochapata, a unos
1.500 metros de las murallas de la fortaleza de Sacsayhuamán.
Las estructuras del templo fueron halladas junto al costado
de una enorme formación rocosa que en la época
anterior a la conquista española se presume fue uno de
los lugares sagrados que existieron dentro del área que
ocupa el referido parque arqueológico.
La edificación mide 250 metros cuadrados, ocupa aproximadamente
el 15% de la totalidad del conjunto arqueológico que
mide más de 4.000 metros, tiene 11 recintos de diferentes
tamaños, en los cuales se presume se colocaban momias
o ídolos de deidades de diferente jerarquía, explicó
Oscar Rodríguez, arqueólogo residente de la obra
del INC-Cusco.
Washington Camacho, director del Parque Arqueológico
de Sacsayhuamán informó por otro lado, que dentro
de los descubrimientos se halló un antiguo camino inca
que conectaba a todos las huacas o sitios arqueológicos
de la ciudad cusqueña. ‘Es un camino que llega
a las demás huacas, está bien conservado, tiene
una distancia de 400 a 500 metros que han sido descubiertos’,
añadió tras señalar que es la primera vez
que se encuentra esta clase de caminos. El camino, descubierto
por especialistas del INC, se ubica a 50 metros del templo recientemente
desenterrado en la zona de Cochapata.
Se trata de una ruta ceremonial que durante el período
inca se utilizó como camino ritual para las diferentes
peregrinaciones que se realizaban hacia las huacas. El camino
tiene muros en ambos costados, hechos de barro, de 70 centímetros
de alto por 60 centímetros de ancho, y cuenta con una
canaleta al costado para que no erosione el camino.
El camino, que durante siglos permaneció enterrado bajo
un metro de tierra, constituye una importante vía debido
a sus características y por estar dirigido en forma directa
desde el adoratorio de Qenco hacia la fortaleza de Sacsayhuaman,
donde están las murallas en zigzag.
Hasta el momento se ha descubierto 200 metros lineales del referido
camino, que resulta bastante amplio (mide 6 metros de ancho
y posee un piso muy bien tratado, el cual se ha conservado debido
a que estuvo durante siglo bajo tierra).
Los trabajos de investigación seguirán su curso,
a fin de identificar, excavar y poner en valor otros tramos
del camino prehispánico. Se estima que existe un aproximado
de 10 kilómetros lineales de caminos de estas características
soterrados bajo tierra.