La
UNESCO ha negado que una explosión controlada de armamento
de las tropas de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia
a la Seguridad) haya dañado los restos de los Budas de
Bamiyán, en el centro de Afganistán.
‘Según la información de varias fuentes,
incluido el ministerio afgano de Cultura, hubo una explosión
cerca de la estatua más pequeña, pero esta no
dañó los restos del Buda ni las cuevas cercanas’,
declaró el jefe del programa cultural de la UNESCO en
Afganistán, Brendan Cassar.
Un funcionario afgano, Najibula Harar, titular de información
y cultura de Bamiyán, había asegurado este sábado
que los restos de las estatuas, destruidas por los talibanes
en 2001, habían resultado dañados debido a una
explosión controlada de munición y granadas en
el valle de Bamiyán, que es Patrimonio Mundial y está
en la lista de monumentos en peligro.
El Ejército neozelandés, parte de la ISAF, confirmó
que miembros del Equipo de Reconstrucción Provincial
habían hecho estallar un proyectil rebelde. ‘Fue
una explosión controlada y se tomaron precauciones para
proteger a la gente y la zona. Los expertos me han dicho que
las tropas no fueron capaces de transportar con seguridad el
proyectil, así que tuvieron que hacerlo estallar’,
dijo Cassar.
Tras 1.500 años de hegemonía sobre el valle de
Bamiyán, las estatuas de Buda (esculpidas en arenisca
durante los siglos III y IV, y situados a unos 130 kilómetros
de Kabul), fueron dinamitadas en 2001 por los talibanes, porque
consideraron que eran ‘ídolos’ incompatibles
con la doctrina del Islam.
En la actualidad, un equipo de expertos está intentando
reconstruir las esculturas destruidas.