La zona estudiada se extiende
sobre tres mil metros cuadrados y está situada cerca
de la antigua Apullum sobre Dealul Furcilor (Colina de las Horcas),
según informó Cristinel Fantanaru, responsable
de estas excavaciones arqueológicas.
‘Hemos descubierto unas 350 tumbas de incineración
e inhumación, la mayoría de ellas saqueadas desde
hace ya varios siglos’, expresó Fantanaru antes
de presentar el inventario de los objetos antiguos de más
de mil ochocientos años encontrados prácticamente
intactos.
Además de los restos humanos, se desenterraron piezas
de cerámica, brazaletes, anillos, monedas de bronce y
cobre, abalorios y vasijas de vidrio. También se encontró
un supuesto juguete en la tumba de un niño, una estatuilla
de arcilla vacía por dentro y que contenía unas
cuentas de vidrio.
Prevalecen las tumbas de inhumación, con los cuerpos
colocados directamente en la tierra, mientras que también
se descubrieron algunos sarcófagos de ladrillos que revelan
un rango más importante en la comunidad de la persona
enterrada, explicó.
El arqueólogo explicó la importancia de este tipo
de hallazgos para el estudio de los ritos funerarios durante
la ocupación romana.
Alba Julia, antiguo Municipium Septimius Apullense, o en abreviatura
Apullum, fue uno de los más importantes centros de la
administración romana en Dacia, conquistada en el año
106 por el emperador Trajano, nacido en Itálica (España)
y considerado fundador del pueblo rumano.