Según ha informado el
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH),
un equipo de especialistas ha dado con varios templos en estos
espacios subterráneos de cuevas y cenotes (ríos
sagrados) que, según el Popol Vuh, libro que recoge una
recopilación de varias leyendas de mayas, (una narración
que trata de explicar o contar de alguna manera el origen del
mundo, la civilización y los diversos fenómenos
que ocurren en la naturaleza), conducía al mundo de los
muertos, un espacio acuoso con casas.
Los arqueólogos creen que los espacios de culto hallados,
construcciones muy elaboradas ubicadas en algunos casos en espacios
de muy difícil acceso, algunos son hoyos de hasta 40
metros, tenían como objeto reverenciar a Xibalbá.
Dentro de una de las cuevas se localizó una calzada de
casi cien metros de largo, bien cimentada, similar a las del
enclave maya de Chichén Itzá, considerado uno
de los centros de esta cultura en la antigüedad.
La calzada gira intencionadamente hacia donde se halla un cuerpo
de agua, donde se encuentra una columna de estalactitas y estalagmitas
que se asemeja a una ceiba, el árbol de la vida para
los mayas. El camino termina en tres plataformas que llegan
al agua. El patrón es similar al de la Cueva de Balakanché,
en Chichén Itzá.
Varias de las cuevas presentan una especie de portal natural
tapiado con piedras labradas, con un pequeño acceso que
no llega al metro de altura.
En estos espacios se hallaron restos óseos humanos y
ofrendas funerarias, entre ellos una vasija de hace 1.900 años.
Hasta el momento, se han encontrado catorce de estos sitios
con elementos rituales.
El hallazgo, ubicado dentro del proyecto 'El culto al cenote
en el centro de Yucatán', parece reproducir lo asentado
sobre las creencias mayas en fuentes históricas como
el Popol Vuh, de acuerdo al INAH. Las investigaciones se ampliarán
próximamente para explorar los vestigios del culto subterráneo.
En crónicas de 1562 sobre la persecución de la
idolatría tras la Conquista española, se mencionan
17 cuevas y cenotes donde se efectuaban ritos mayas, de los
que nueve han sido localizados por los arqueólogos. Siete
de ellos contenían restos óseos, dos en gran cantidad.
Yucatán alberga muchos vestigios de los mayas, como las
ciudades de Uxmal y Chichén Itzá. Los arqueólogos
creen que la tupida selva que cubre el Estado oculta muchos
más restos de esta cultura prehispánica.