Arqueólogos israelíes
han descubierto en el Monte Sión restos de la parte sur
de la muralla que cercaba Jerusalén en el siglo I a.C.
El muro de fortificación de la antigua ciudad de Jerusalén
fue construido por los reyes Asmoneos durante la época
del Segundo Templo (518 a.C. al 70 d.C.) y luego destruido durante
la Gran Revuelta contra los romanos que se inició en
el año 66 d.C.
Tras un año y medio de excavaciones, la Autoridad de
Antigüedades de Israel (IAA) ha presentado los resultados
del proyecto que ha puesto al descubierto partes de la muralla
que rodeaba la Ciudad Santa durante la época del Segundo
Templo.
Según explicó el director de la excavación,
Yehiel Zelinger, este descubrimiento ‘permite hacernos
una idea más clara de lo que era Jerusalén en
aquella época, que fue la de su mayor esplendor’.
‘Sabíamos que existían los restos de la
muralla y por dónde pasaban, pero nunca la habíamos
visto y ahora estarán a la vista de todo el mundo’,
añade, y puntualiza que el muro de 3,2 metros de altura
no estaba apoyado en argamasa u otro material adhesivo y formaba
parte de una fortificación de seis kilómetros
alrededor de la ciudad. Sobre esa muralla de la época
del Segundo Templo ha aparecido otro muro del periodo bizantino
(324-640 d.C.).
‘El hecho de que haya dos murallas de distintas épocas
una sobre la otra nos hace pensar que siguen una línea
topográfica para proteger el centro de la ciudad’,
explica Zelinger, para quien este dato ‘ofrece esperanzas
de que encontremos también restos de la muralla en la
época del Primer Templo (el Templo de Salomón,
destruido en el 586 a.C.)’.
Los restos de la parte sur de la muralla de la Ciudad Santa
ya fueron excavados hace cerca de 120 años por el arqueólogo
británico Frederick Jones Bliss, que puso al descubierto
los muros a través de túneles que con el paso
del tiempo se habían vuelto a llenar de tierra. A través
de un estudio de referencias cruzadas entre los mapas de la
excavación británica y planos actuales de la ciudad,
los arqueólogos del IAA determinaron dónde estaban
los túneles y volvieron a excavar la zona, en la que
encontraron restos de aquella primera exploración, como
un zapato y trozos de botellas de cerveza y vino de hace más
de un siglo.
Las excavaciones en las que se han hecho dicho descubrimiento
se han llevado a cabo bajo la supervisión de Zelinger,
con la cooperación de la Autoridad de Parques y Naturaleza
de Israel, y con la asistencia económica de la fundación
Ciudad de David.
Estos trabajos son parte de los preparativos para la construcción
de lo que será conocido como el Parque Nacional del Muro
de la Ciudad de Jerusalén, que se espera se convierta
en una de las principales atracciones turísticas.