Un equipo de arqueólogos
del departamento de Cultura del Ayuntamiento de Roma ha hallado
la entrada a una cripta situada bajo la domus del emperador
Tiberio, en la colina romana del Palatino, el lugar exacto en
el que, según el historiador Suetonio, fue asesinado
Calígula a manos de su guardia pretoriana.
Así lo ha afirmado Maria Antonietta Tomei, la responsable
del equipo que ha realizado el descubrimiento, en una reunión
con un restringido número de especialistas reunidos en
el Ministerio de Cultura italiano.
La entrada a la cripta fue construida por el emperador Claudio,
tío y sucesor de Calígula, y permanecía
sepultada bajo los sótanos de la casa levantada sobre
ella en la época de Nerón, sucesor a su vez de
Claudio y hermano de Calígula.
Hasta ahora, sólo se conocía la escalera por la
que los pretorianos, incitados por algunos senadores a matar
a Calígula para restaurar la República tras sus
excesos, bajaron a la cripta para asesinar al emperador, pero
no el lugar exacto donde éste fue ajusticiado según
Suetonio y Flavio Josefo.
Los arqueólogos han descubierto además varias
esculturas de buena factura, lo que aumenta el número
de tesoros encontrados en lo que fuera la casa del emperador
Tiberio, que en su momento ocupaba un tercio de la colina Palatina,
situada entre el Foro y el Circo Máximo.
Cayo Julio César Augusto Germánico, conocido como
Calígula, fue el tercer emperador del Imperio Romano
y miembro de la Dinastía Julio-Claudia, instituida por
Augusto. Designado Emperador en el año 37 d.C, a la edad
de 25 años, tras la muerte de su tío abuelo Tiberio,
y se mantuvo en el trono menos de cuatro años, en los
que, según distintos historiadores, reforzó la
autoridad imperial frente a otros poderes y protagonizó
múltiples escándalos en su vida privada. Las fuentes
supervivientes ofrecen un importante número de historias
acerca de Calígula que ilustran su crueldad y su demencia.
Las fuentes contemporáneas, Filón de Alejandría
y Séneca el Joven, describen al emperador como un demente
irascible, caprichoso, derrochador y enfermo sexual.
Según Josefo, las acciones del emperador desencadenaron
una serie de conspiraciones en su contra hasta que finalmente
se llevó a cabo su asesinato; en el mismo, se vieron
envueltos los integrantes de la Guardia Pretoriana, liderados
por Casio Querea. Aunque el complot fue planteado sólo
por tres hombres, parece ser que muchos senadores, soldados
y équites sabían del mismo y estaban involucrados.