La moneda, que data del 66
o 67 d.C., fue descubierta por un voluntario que participaba
en la revisión de cientos de toneladas de escombros extraídos
del Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas. Acuñada
durante la Gran Revuelta contra los romanos, en una de sus caras
la moneda tiene grabada una rama con tres granadas y la leyenda
‘Jerusalén Sagrada’. Del otro lado cuantifica
su valor en medio siclo. El siclo, o shékel en hebreo,
es el nombre que también recibe la moneda en curso del
moderno Estado de Israel.
Según el equipo de arqueólogos que dirigen Gabriel
Barkay y Yitzhak Zweig, el hallazgo muestra indicios de un incendio,
y creen que probablemente se trate del que acabó con
el Segundo Templo de Jerusalén en el año 70.
‘La moneda de medio siclo era empleada para pagar el tributo
del templo’, según afirma Barkay, y añade
‘Esta es la primera vez que encontramos una moneda acuñada
en el Templo, de ahí su gran importancia’.
Los arqueólogos han hallado unas 3 mil 500 monedas de
distintos períodos en el proyecto de rescate que realizan
desde hace cuatro años con los restos extraídos
de la zona donde se hallaba el Templo de Jerusalén, hoy
sede de las mezquitas de Al-Aksa y de la Cúpula de la
Roca.
A finales de la década pasada el Wakf Islámico,
organismo encargado de los lugares sagrados musulmanes, remodeló
la zona para acondicionar una nueva sala de rezos en el lugar
conocido como los Establos del Rey Salomón. La obra se
realizó sin el acompañamiento de los arqueólogos,
y los escombros trasladados a un vertedero.
De allí los recogieron un grupo de expertos israelíes,
que desde entonces, y con la ayuda de más 40 mil voluntarios
adolescentes, se dedican a buscar entre ellos restos históricos.