Riboud, de 85 años,
probablemente sea más reconocido por su fotografía
del 21 de octubre de 1967 de una niña, Jane Rose Kasmir,
sosteniendo una flor en su mano frente a una hilera de soldados
cuyos rifles están en alto, durante una manifestación
frente al Pentágono, en Washington D.C. en contra la
guerra en Vietnam, que por el resto de su producción.
Pero también hay que destacar otra imagen la de Torre
Eiffel es Painter, 1953. Representa a un hombre en actitud bailarina
bajo la famosa estructura. Él se plantea la imagen como
si un bailarín, posara entre la armadura metálica
de la torre, por debajo de la cual la ciudad de París
surge de la bruma fotográfica.
Se reconoce tímido, y explicó que en su juventud
salía a sacar fotografías en solitario para buscar
consuelo de su ruidoso hogar y de sus seis hermanos. El fotógrafo
también tuvo su dosis de aventura e independencia cuando
luchó con la resistencia francesa durante la Segunda
Guerra Mundial, lo que le ayudó en sus muchos años
viajando a través de Asia, Oriente Próximo, África
y Europa. ‘Lo que saco de esas experiencias es (...) independencia’.
Riboud empezó sacando fotografías con la Kodak
de su padre cuando era adolescente, pero hasta pasados los 20
años estudió ingeniería en la Ecole Centrale
(desde 1945 a 1948). Posteriormente conoció a Henri Cartier-Bresson
y Robert Capa, fundadores de la agencia fotográfica Magnum,
a la que se integró en 1953, y donde permaneció
durante casi tres décadas.
Riboud cree que las claves en la fotografía son el instinto
y la ‘predisposición’, e insiste en que cuando
comenzó ‘no tenía idea de técnica
y que todavía no la tiene’.
En 1957 fue uno de los primeros fotógrafos de Europa
que llegó a China, y en 1968, 1972 y 1976, Riboud hizo
varios reportajes sobre Vietnam del Norte y del Sur en 1968
y 1969, durante el conflicto bélico, llegó a cubrir
la Unión Soviética y la lucha de Argelia para
independizarse de Francia. Más tarde viajó por
todo el mundo, pero principalmente por Asia, África,
los EE.UU. y Japón.
El fotógrafo señaló que siempre ha intentado
reflejar los dos lados de una historia, como hizo en Vietnam.
Este fotógrafo nacido en Lyon, Francia, ha sido testigo
de las atrocidades de la guerra (tanto la fotografía
de Vietnam como las de América, fotografiando ambos lados
de esta guerra) y la aparente degradación de una cultura
reprimida desde dentro (China durante los años de la
Revolución Cultural del Presidente Mao). Pero también
ha sabido capturar episodios graciosos de la vida cotidiana
(Fez, Angkor, Acapulco, Níger, Bénarès,
Shaanxi), y el lirismo de un juego de niños en la vida
cotidiana de París.
Riboud recibirá el premio durante la gala de los premios
a la Fotografía Mundial de Sony en una ceremonia que
se celebrará en Cannes, Francia el 16 de abril de este
año.