El arquitecto jefe de las obras,
Jordi Bonet, ha explicado que las bóvedas de la nave
principal y de los transeptos están ya prácticamente
acabadas, pendientes sólo de la unión de los ventanales
y las bóvedas de 30 y 45 metros con las torres de la
fachada de la Gloria. La parte más espectacular del templo
se sitúa, según Bonet, en el ábside, donde
‘se han construido ya las bóvedas de 45 metros
de altura’.
El proyecto básico de todo el interior del ábside
ya está acabado en el modelo a escala 1:50, y, anuncia,
se prepara el modelo a escala 1:25.
Bonet está ultimando los detalles del hiperboloide (figura
geométrica que se forma al girar una hipérbola
alrededor de un eje) central del ábside, con vidrio veneciano
de colores siguiendo sus generatrices rectas.
Durante este año y hasta el verano de 2010 está
prevista ‘la construcción del cierre del ábside
de 45 a 60 metros de altura -formado por los frontones de los
ventanales, por la superficie de las torres- de la corona de
24 hiperboloides de 60 metros y del gran hiperboloide a 75 metros’.
Precisamente, en un terreno en el municipio de Gaià,
a las afueras de Barcelona, el equipo constructor ha simulado
el montaje de la estructura que soportará el ábside,
un hiperboloide de 18 metros de diámetro, ‘una
audacia arquitectónica que nunca se ha hecho en el mundo’,
subraya el arquitecto jefe. También ha señalado
que se está trabajando en el futuro órgano de
la Sagrada Familia, encargado al taller Blancafort, que dispondrá
de un mes de silencio (agosto) para afinar el instrumento en
el propio templo.
Este órgano no será el último, pero, según
Bonet, en los primeros años será ‘suficiente’
para acompañar los cantos y las ceremonias litúrgicas,
al igual que el pavimento inicial, que será ‘digno’,
aunque no el definitivo.
Los responsables de la Sagrada Familia han indicado que ‘también
se están acabando de cerrar los detalles con el cardenal
de Barcelona para que los elementos del presbiterio -espacio
que precede al altar mayor-, como la sillería del coro
o el ambón, tengan calidad y, al mismo tiempo, la simplicidad
que Gaudí dio a los bancos de la cripta’.
Asimismo, está ‘muy avanzada’ la gran pieza
monolítica de tres metros que constituirá el altar,
hecho con pórfido, uno de los materiales más resistentes
y considerado, recuerda Bonet, ‘el material más
noble de la tierra’.
Historia del Templo
Las obras del Templo Expiatorio
de la Sagrada Familia, comenzaron en 1882. Es una iglesia de
cinco naves con crucero de tres, que forman una cruz latina.
Sus dimensiones interiores son: nave y ábside, 90 m;
crucero, 60 m; anchura de la nave central, 15 m; naves laterales,
7,5 m cada una (la nave principal en total, 45 m); anchura del
crucero, 30 m.
Antoni Gaudí era consciente de que no terminaría
el proyecto de todo el templo. Por esto organizó el proyecto
y la construcción de modo que se pudieran llevar a cabo
siguiendo sus ideas. Programó la construcción
de forma que no se levantaran todos los muros a la vez hasta
el mismo nivel, sino que se hicieran partes completas (fachadas,
naves del interior y torres), y así cada generación
sería protagonista de una parte. Definió el conjunto
del proyecto en planos de planta, secciones y alzados, y concretó
partes importantes en modelos de yeso a gran escala que definían
el proyecto al detalle y que debían servir de modelo
para otras partes; por ejemplo, la maqueta a escala 1:10 de
la nave principal tenía que servir para la construcción
de ésta, pero también para el proyecto definitivo
de las bóvedas del crucero y del ábside, definidos
de una manera general en las secciones. Además, explicó
el proyecto a sus colaboradores y a arquitectos jóvenes.
Para facilitar su interpretación y construcción,
en el proyecto utilizó únicamente formas geométricas
y dejó establecidas todas las leyes de la relación
entre ellas. La geometría ha permitido conocer bien el
proyecto original y orientar el proceso del resto del proyecto
y la construcción.