Antes de este hallazgo se pensaba
que fuera de la cancha central de Monte Albán, los demás
juegos de pelota eran secundarios. Pero dado los acontecimientos
está claro que hay que revisar las teorías. En
Santa María Atzompa, surgió como una ‘pequeña
ciudad satélite’ de Monte Albán, entre el
650 y el 850 d.C., también se ubicaron otras dos canchas
de menor tamaño, de 20 y 28 metros de longitud, respectivamente;
una de las cuales será explorada como parte de la temporada
de campo 2009 que acaba de iniciar.
En opinión de la doctora Nelly Robles García,
directora de la Zona Arqueológica de Monte Albán
y responsable de las excavaciones en Atzompa -sitio que abrirá
al público antes de 2012-, es todavía una incógnita
el porqué se construyeron tantos juegos de pelota en
un área que no es la nuclear de Monte Albán. ‘Es
un aspecto que aún debemos desentrañar, son tres
juegos de pelota localizados con mucha proximidad entre sí.
La cancha de 45 metros de longitud se encuentra en el contexto
de la llamada Casa de los Altares, al sur de Santa María
Atzompa y con vista hacia Monte Albán. Es decir, los
jugadores miraban constantemente esa urbe durante la contienda’.
Antes de comenzar los trabajos arqueológicos en Santa
María Atzompa, según explicó la especialista,
se creía que los demás juegos de pelota, aparte
de la cancha central de Monte Albán (de 40 metros de
longitud), eran secundarios. El situar otro, incluso más
grande, apunta a que su importancia no podía ser menor.
También recordó que el juego de pelota de Santa
María Atzompa fue explorado en la década de los
30 por el arqueólogo Jorge Acosta. Ahora, la inspección
se concentró en los cabezales de la cancha, se definieron
las dimensiones reales del monumento y se determinó la
estratigrafía, a partir de la cual se supo tuvo dos momentos
constructivos entre el 650 d.C. y el 850 d.C.
‘Si se asocia el juego de pelota con el desarrollo del
sistema defensivo y la gran expansión de Monte Albán,
para ese período, entonces adquiere sentido encontrar
una cancha de estas dimensiones y que sirvió a más
de una generación, por ello fue motivo de `restauraciones'
en la época prehispánica’.
La investigadora del INAH detalló que la exploración
de una de las canchas pequeñas de Santa María
Atzompa, tendrá como fin determinar mediante los objetos
asociados que se encuentren en el lugar, si su uso era de tipo
ritual o utilitario, es decir, sólo para el entrenamiento.
En esta tercera temporada de campo, también se continuará
la exploración de la Plaza A, que permitirá detallar
las dimensiones espaciales que llegaron a tener las explanadas
para la época Monte Albán IIIB-IV (650 d.C. y
el 850 d.C.) , al parecer éstas se vieron reducidas,
tanto en su tamaño como en los elementos piramidales
que las circundaban.
Los trabajos arqueológicos también seguirán
en los espacios conocidos como Casa de Oriente y Casa de los
Altares, además de la Plaza K que se halla fuera del
área monumental de Santa María Atzompa, se trata
de un conjunto de unidades domésticas, patios hundidos
y una plataforma piramidal.