Los científicos han
logrado reunir y ordenar de forma exhaustiva 3.116 inscripciones
árabes y sus interpretaciones en castellano, situadas
a lo largo de las paredes del Palacio de Comares, en La Alhambra
granadina. La recopilación y traducción de estos
epígrafes del Palacio de Comares supone aproximadamente
el 35% de las inscripciones que se calcula que existen en el
recinto de la Alhambra.
El trabajo ha sido reunido en un libro y un DVD, con un coste
de 30 euros en las librerías, que será de acceso
público, tras su distribución inicial en la Red
Pública de Bibliotecas de la Junta de Andalucía.
La catalogación, que será puesta a disposición
del público, incorpora las aportaciones realizadas en
su día por otros investigadores, como Emilio Lafuente
Alcántara, del siglo XIX, que realizó una ardua
investigación de interpretación de las inscripciones
árabes de La Alhambra, de acuerdo a los expertos.
Según los investigadores, la traducción de los
epígrafes en los muros de La Alhambra suscita interés
desde tiempos remotos, es decir, desde el momento mismo en que
los Reyes Católicos expulsaron a los árabes de
Granada.
No sólo se puede conocer el significado de una inscripción,
sino ver dónde se ubica exactamente en el Palacio, y
además cuantas veces se repite por sus paredes; y también
se puede saber a distancia, con un ordenador, el tipo de letra
utilizada en los epígrafes o el material usado, como
si se tratara de un libro del que se pudieran pasar sus hojas
y contemplar al detalle todas las peculiaridades de un monumento.
Las menciones al lema dinástico de la dinastía
nazarí, en las que se dice que ‘No hay más
vencedor que Alá’, en su traducción al castellano,
dominan la temática de estas inscripciones, aunque también
existen epígrafes piadosos, coránicos o jaculatorios
con el nombre de Alá.
Al contrario de lo que muchos pensaban, según el director
del proyecto, las expresiones poéticas en las paredes
de La Alhambra, pese ‘al gran interés’ que
han suscitado a lo largo del tiempo, representan un porcentaje
mínimo del total, y tampoco abundan los fragmentos del
Corán.
El Palacio de Comares empezó a construirse en el siglo
XIV bajo el mandato de Yusuf I, aunque se cree que fue su hijo
Mohamad V quien terminó la obra, ya que diversas inscripciones
atribuyen la autoría a su hijo. Yusuf I quiso que la
decoración del palacio, que se convirtió en residencia
oficial, impresionara a las personas que lo visitasen, por lo
que ordenó que se construyera y adornara de manera exquisita.
Para finales de año se espera una segunda entrega y para
2010 los otros tres DVD restantes. Se está preparando
una traducción al inglés y también está
previsto sacarlo en francés.