Adams es uno de los fotógrafos
‘más importantes e influyentes de los últimos
40 años’, según señaló el
jurado en su fallo. Durante estas cuatro décadas ha trabajado
casi exclusivamente retratando la vida del campo en el oeste
de Estados Unidos.
Su obra ha adaptado el legado de la fotografía modernista
del siglo XIX a su propósito singular, de forma precisa
y sin dramatismo.
La documentación del impacto humano no busca simplemente
condenarlo, sino encontrar en sus, a menudo tonos trágicos,
lo que él ha llamado la belleza persistente en el modo
en que la tierra se adapta y se cura a sí misma.
Nacido en Orange (Nueva Jersey) en 1936, Adams se doctoró
en filología inglesa en la Universidad del Sur de California.
A lo largo de su vida ha recibido numerosos galardones como
el premio Spectrum International de Fotografía (1995)
y el Deutsche Börse Photography Prize (2006), y su obra
ha sido objeto de exposiciones en los museos de arte moderno
de San Francisco, Filadelfia y Nueva York.
El galardón que acaba de ganar, premio Hasselblad, uno
de los más prestigiosos del mundo dentro del campo de
la fotografía, consta de una medalla de oro, un diploma
y 500 mil coronas suecas (unos 60 mil dólares).
Para celebrar el premio, el Centro Hasselblad inaugurará
una exposición sobre su obra en el Museo de Arte Moderno
de Gotemburgo el 6 de noviembre.
La Fundación Hasselblad fue creada en 1978 como legado
de Erna y Víctor Hasselblad, éste último
inventor del sistema de las cámaras que se comercializan
con su apellido, Hasselblad, y de su prestigiosa fábrica
de cámaras. El objetivo de esta institución es
promover la enseñanza científica y la investigación
en el campo de las ciencias naturales y la fotografía.