El terremoto sucedido el pasado
6 de abril en el centro de Italia, la región italiana
Abruzzo, cuyo epicentro fue la ciudad medieval de L’Aquila,
registró ayer una decena de seísmos de magnitud
superior a los 2 grados en la escala de Richter, el de mayor
intensidad llegó a alcanzar los 4.9 grados. Estas réplicas
que se han sentido en Roma no han pasado desapercibidas para
sus monumentos, en especial para los decorados con los elementos
más frágiles, como el estuco que vivió
su apogeo durante los siglos XVII y XVIII en los palacios e
iglesias barrocas y rococó de Roma. En concreto la iglesia
barroca de San Andrea del Quirinale ha sufrido desprendimientos
de trozos de las esculturas que decoran la cornisa del templo.
El descubrimiento lo hizo ayer por la mañana el padre
jesuita Giovanni La Mana, quien encontró en el suelo
pedazos blancos de las estatuas.
También resultaron dañadas las estatuas situadas
en una de las cinco capillas que se abren circularmente en torno
a la planta en forma de elipsis, en especial, la que está
dedicada a San Estanislao de Kostka representado en el centro
de la capilla junto a la Virgen con el niño, pintado
por Carlo Maratta.
El jesuita La Manna llamó ayer mismo a la Superintendencia
para los Monumentos que, tras una primera revisión, ha
barajado la posibilidad de colocar una red protectora en la
cúpula para evitar la caída al pavimento de los
estucos, aunque no resuelve el problema.
Tras este episodio, la Superintendencia para los Monumentos
ha decidido revisar los edificios e iglesias romanas para conocer
si han resultado dañadas por las réplicas.
San Andrea del Quirinale
La iglesia de San Andrea del Quirinale es la sede
del noviciado de la Compañía de Jesús.
Está situada en la colina del Quirinal, próxima
al Palacio del Quirinal. Esta pequeña iglesia fue construida
entre 1658 y 1670, a partir del proyecto de Gian Lorenzo Bernini
y Giovanni de' Rossi, por encargo del cardenal Camillo Pamphili.
Está considerada una de las obras maestras de la arquitectura
de Bernini.
La planta tiene forma elíptica. Su colocación
transversal, con el altar y la entrada opuestos en el eje menor.
La fachada del templo, al que se accede por una escalinata curvada,
posee un llamativo clasicismo, conseguido a base del empleo
de pilastras jónicas de orden gigante que sostienen un
frontón triangular, que contrasta con el pórtico
curvado y sobresaliente, elevado sobre columnas exentas (también
de orden jónico), que parece adelantarse para recibir
al visitante y en el cual se cobija otro frontón triangular.
La decoración en estuco fue diseñada por Bernini
y ejecutada por Antonio Raggi y otros, entre los años
1661 y 1666. Incluso el suelo repite el motivo de geometría
elíptica.
En el altar se encuentra ‘El martirio de San Andrés’,
de Borgognone. Posee cuatro capillas. La primera de la derecha
alberga tres lienzos de Baciccia: ‘Muerte de San Francisco
Javier’ y otros dos cuadros de 1705. En la segunda capilla
se exponen tres cuadros de Giacinto Brandi de 1682. En la primera
capilla de la izquierda puede verse la ‘Madonna con niño
y Santos’ de Ludovico Mazzanti, con techo sobre la Gloria
de los Ángeles de Giuseppe Chiari. En la segunda capilla
a la izquierda hay una ‘Madonna con niño y San
Estanislao de Kostka’ (1687) de Carlo Maratta con un techo
pintado al fresco sobre la Gloria de los Santos de Giovanni
Odazzi.