En la ciudad maya de Palenque,
en el sureste mexicano, se veneraba a cinco dioses, y no sólo
a una ‘Tríada Divina’, como se pensaba hasta
ahora, según ha informado el Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INAH). Este nuevo dato ha sido posible gracias al
estudio de un centenar de incensarios encontrados en esta región
de Chiapas, realizados por la arqueóloga Martha Cuevas.
La llamada ‘Tríada Divina’ de Palenque, que
fue reverenciada entre el año 600 y el 900 de nuestra
era, está compuesta por ‘El Sol naciente y Celeste
(GI); el K´awiil, que representa al maíz recién
nacido (GII); y el Sol Jaguar del Inframundo (GIII)’.
Pero, tras estudiar las variables de las deidades representadas
en los incensarios, Cuevas identificó que el ‘Sol
Jaguar del Inframundo’ se ramifica en cuatro variantes
de dos pares, que forman dos nuevos dioses.
Uno de estos pares es llamado Dioses Remeros (Jaguar y Espina
de Mantarraya), y el otro, desconocido hasta ahora, ha sido
provisionalmente denominado Jaguar-Serpiente (Xook-Imix).
Pese a que un conjunto de estos incensarios fue recuperado hace
más de cincuenta años, ‘el hecho de que
estas deidades pasaran inadvertidas se debe a que las distinciones
entre un dios y otro son sutiles’, señaló
la arqueóloga, quien añadió que ‘la
identificación de las cinco deidades denota un cambio
radical con respecto a la información que se tenía
de los dioses de la ‘Tríada’, los cuales
tal como son referidos en los textos, no muestran una correspondencia
exacta con los incensarios’. La identidad depende tanto
de los rasgos del rostro de las divinidades como de los distintos
motivos iconográficos que los acompañan, sostuvo.
Los incensarios fueron parte básica de ceremonias religiosas
en toda el área maya y se usaban unos veinte años
para luego ser sepultados en lugares sagrados.
La ciudad de Palenque está ubicada en lo que hoy es el
estado mexicano de Chiapas, cerca del río Usumacinta.
En comparación con otras ciudades mayas, se la considera
de tamaño mediano: menor que Tikal o Copán, destaca
por su acervo arquitectónico y escultórico.
El período de mayor auge de Palenque tuvo lugar entre
el 600 y 750 de nuestra era cuando se construyeron los principales
edificios. Fue gobernada por una veintena de reyes y libró
varias batallas contra ciudades vecinas.
En 1981, Palenque fue designada ‘Zona Protegida’,
la Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1987.