La obra del pintor español
Diego de Velázquez (1599-1660) estaba en esta institución
desde hacía 60 años. Al limpiar el lienzo, los
restauradores encontraron la firma del artista.
El lienzo, identificado con el nombre genérico de 'retrato
masculino' y que se incluía entre la serie de obras con
que cuenta el museo neoyorquino salidas del taller del artista
del siglo XVII, muestra a un hombre de entre 30 y 40 años,
vestido de negro y con un típico cuello blanco de época,
que guarda un gran parecido con el personaje, cuya identidad
se desconoce, que figura en el extremo derecho del cuadro de
‘La rendición de Breda’ (1634-1635), aunque
se cree que es un autorretrato.
Según explicaron los responsables del Met ‘parece
un estudio más que una obra acabada. Muchas de las áreas
del cuadro se encuentran en un estado simple, de esbozo’,
también añadieron que, ‘pese a que la obra
ha sufrido abrasión, su calidad no se ha visto afectada’.
Esta obra ha tenido un gran recorrido desde que se pintó.
El fresco fue legado al Met en 1949 por Jules Bache, un gran
coleccionista de arte que presidía una importante empresa
financiera durante la Segunda Guerra Mundial. El lienzo perteneció
a un hijo ilegítimo del Rey Jorge II del Reino Unido
de Gran Bretaña. Posteriormente pasó a manos de
Jorge V, Rey de Hannover hasta que Bache compró el cuadro
a un comerciante en 1926. Por entonces, un importante especialista
afirmó que podía tratarse de un autorretrato de
Velázquez, y como tal fue donado al Met. No obstante,
esta versión fue modificada en las posteriores revisiones
y en 1963, en un estudio monográfico del artista José
López-Rey se le describía más como ‘una
obra del taller de Velázquez que como un cuadro del propio
artista’.
Tras las labores de restauración, el Museo neoyorquino
afirma tras retirar espesa capa de esmalte que lo cubría
‘revelaron que se trataba de una obra de asombrosa frescura,
con todos los sellos distintivos de la pincelada de Velázquez’.
El examen técnico se llevó a cabo dentro de un
programa que el Met desarrolló en los últimos
meses para catalogar de manera exhausta las obras españolas
que tiene en su colección.