Un experto declaró que
el hallazgo revolucionará el conocimiento de los anglosajones,
un pueblo germánico que gobernó Inglaterra desde
el siglo V hasta la conquista normanda en 1066. El tesoro del
siglo VII, consiste en unas 1.500 piezas de oro y plata, algunas
con incrustaciones de piedras preciosas. Es tan fina su confección
que los expertos creen que el tesoro pudo haber pertenecido
a la realeza anglosajona.
Herbert, del pueblo de Burntwood, halló el oro en la
granja de un amigo el 5 de julio y pasó los cinco días
siguientes buscando el resto del tesoro.
El tesoro será evaluado por un comité de expertos
y se ofrecerá en venta a un museo. Las ganancias serán
divididas por mitades entre Herbert y su amigo, que no ha sido
identificado. El lugar exacto del tesoro se mantiene en secreto
para disuadir a los saqueadores.
La colección, que se mostrará hasta el 13 de octubre
en el Museo de Birmingham, contiene unos cinco kilos de oro
y 2,5 kilos de plata, lo que la convierte en la más importante
del período anglosajón desde el hallazgo en 1939
de 1,5 kilos de oro en Sutton Hoo, en el condado oriental de
Norfolk.
’La cantidad de oro es notable, pero lo principal es que
la artesanía es magistral'’, comentó el
arqueólogo Kevin Leahy, que catalogó las piezas.