Alemanno, ha anunciado un plan
para la restauración de este importante monumento, con
el fin de ‘limpiar el rostro’ del anfiteatro Flavio,
más conocido como el Coliseo. El plan prevé que
costará unos 23 millones de euros, y para llevarlo a
su fin, el alcalde de la Ciudad Eterna busca a empresarios para
participar en esta iniciativa.
Esta inversión nace con el objetivo de conservar el patrimonio
cultural de la capital italiana para evitar que suceda como
en marzo, cuando se desprendió el techo de la Domus Aurea,
lugar donde el emperador Nerón vivió sus últimos
años de vida, que se levanta a pocos metros del Coliseo.
El proyecto que se realizaría por zonas, así cada
una podría estar patrocinada por una empresa, supondrá
la limpieza de la fachada norte (cinco millones de euros), la
extensión sur (3,5 millones), las galerías (7
millones) y los hipogeos, galerías subterráneas
(4,5 millones), además de la revisión de la seguridad
de las instalaciones (1 millón de euros). Los medios
italianos recogen hoy este proyecto anunciado por Alemanno durante
un viaje con escolares italianos a la memoria de Hiroshima,
en Japón.
El alcalde pidió apoyos a los empresarios del país
del sol naciente pero por el momento sólo se ha mostrado
disponible el propietario de la firma de moda Tod's y del equipo
de fútbol Fiorentina, el italiano Diego della Valle,
que encabezará la lista de patrocinadores. Con esta petición
de fondos privados el alcalde está más cerca de
cumplir una vieja promesa, culminar la restauración de
este monumento que se encuentra entre los más visitados
de la ciudad y en 2007 fue reconocido como una de las siete
maravillas del mundo.
El Anfiteatro Flavio, en honor a la Dinastía Flavia de
emperadores que lo construyó, más conocido como
el Coliseo, por una gran estatua ubicada junto a él,
el Coloso de Nerón, no conservada actualmente. Está
situado entre los cerros Palatino, Celio y Esquilino. Posee
más de 50 metros de altura, casi 188 metros de diámetro
por su lado mayor y 156 por el eje menor. Su construcción
entre el año 70 d.C. y el 80 d.C. Su función era
servir de recinto para diversos espectáculos romanos
como la lucha entre gladiadores, recreaciones de batallas y
teatro sobre mitología clásica.
Su aforo llegó a ser de 50.000 personas y se estuvo utilizando
durante 500 años, hasta el siglo VI.