Son cuatro cajas fuertes que
contienen cientos de páginas manuscritas y dibujadas
por Franz Kafka y que llevan 50 años cerradas. Se trata
del legado del escritor pragués que heredó su
amigo y editor Max Brod, que de sus manos pasó a las
de su secretaria y amante, Esther Hoffe, y está dejó
a sus dos hijas hoy octogenarias.
Sin embargo debido a su enorme interés, un tribunal es
quien tiene que dirimir quien es el verdadero propietario del
legado. Esta tarea le corresponde a la juez Talia Pardo Kupelman.
Todo este lío judicial se remonta a la voluntad de Max
Brod de que la Biblioteca Nacional de Jerusalén, aún
en proyecto en el momento de su muerte (1968), fuera el destino
final de los papeles de Kafka. Así se lo pidió
a Esther Hoffe, la fiel Esther, que, sin embargo, desobedeció
sus instrucciones. Hay que recordar que él también
lo hizo pues Brod no cumplió el deseo de Kafka de que
su obra ardiera cuando hubiera muerto. Hoffe subastó
en 1988 el manuscrito de 'El proceso',que fue vendido por dos
millones de dólares, entre otras piezas, y legó
el resto del legado a sus hijas, Ruth y Java.
Hace dos años, el Estado de Israel inició un proceso
legal para recuperar esos papeles, en virtud de la autoridad
moral que le otorgaba la voluntad expresa de Max Brod. Israel
ha reclamado incluso la reposición del manuscrito de
'El proceso', que se encuentra, desde 1988, en el Archivo Alemán
de Literatura de Marbach am Neckar, dependiente del Ministerio
de Cultura de la República Federal Alemana.
Tras la apertura de las cajas, la profesora de literatura Itta
Shedletzky será la primera persona que tenga acceso a
esos documentos y deberá hacer su inventario del que
no se sabe mucho con precisión. Los juzgados de Tel Aviv
aún no han decidido quién es el propietario legítimo
de esos papeles, pero quieren evitar que el legado de Kafka
'adelgace' durante el proceso.
Franz Kafka (Praga, 3 de julio de 1883 - Austria, 3 de junio
de 1924) escritor bohemio. Su obra es considerada una de las
más influyentes de la literatura universal en el último
siglo, a pesar de no ser muy extensa: fue autor de tres novelas
(‘El proceso’, ‘El castillo’ y ‘América’),
una novela corta (‘La metamorfosis’) y un cierto
número de parábolas y relatos breves. Además,
dejó una abundante correspondencia y escritos autobiográficos,
la mayor parte publicados póstumamente.