De momento es tan sólo
una idea, ya que aún se están debatiendo los proyectos,
dentro de los trabajos de la Autoridad Portuaria de Santander,
el Ayuntamiento y el Gobierno regional para la ordenación
del frente marítimo de la ciudad. La decisión
final se adoptará a finales de este año o principios
del próximo, cuando se tenga ya un proyecto más
definido. Para este importante edificio se ha pedido la colaboración
del arquitecto Renzo Piano, uno de los mejores arquitectos del
mundo, que no tiene obra en España, para diseñarlo.
En teoría, si todo va bien, su inauguración sería
en 2015 y supondría una inversión de 50 millones
de euros, sufragados por la Fundación Marcelino Botín.
Si el proyecto sale adelante, permitirá situar a la ciudad
en el circuito europeo del arte y culminar todo un ‘eje
cultural’ en la Cornisa Cantábrica junto con el
Museo Chillida Leku (Hernani), el Guggenheim (Bilbao) y el Centro
Cultural Internacional Óscar Niemeyer (Avilés).
También ayudaría al Puerto a captar más
ferries y cruceros; y por otro, crearía un lugar de encuentro
para los santanderinos y supondría una de las principales
apuestas de la candidatura a Capital Europea de la Cultura en
el año 2016. ‘Queremos que sea un verdadero espacio
de encuentro que unir al centro de Santander’, ha afirmado
el director de la Fundación Botín
Por su parte, la Fundación Botín dejaría
su ‘huella definitiva’ en Cantabria con un proyecto
que podría haber impulsado en cualquier otro punto de
España y ha apostado por desarrollar en la región.
La idea sobre la que se trabaja es que la Fundación asuma
la construcción del centro sobre los terrenos portuarios,
en el actual aparcamiento del Ferry, que seguirían siendo
titularidad del Puerto. La Fundación Botín, por
tanto, no sería propietaria de los terrenos, y tampoco
del centro, pero se ocuparía de su gestión mediante
una concesión. Este 'Centro Botín de Arte y Cultura'
permitiría dar mayor proyección al programa de
artes plásticas de la Fundación, situar a Santander
en primera línea del circuito europeo del arte y completar
un ‘eje cultural’ en la Cornisa Cantábrica
que puede convertirse en ‘uno de los principales ejes
culturales de Europa’. Ya se ha pensado en sus contenidos,
el centro se articularía en tres partes, la primera de
ellas centrada en las propuestas artísticas. No obstante,
no se trata de un museo, sino de un centro de arte y cultura
que permita dar una proyección ‘mucho mayor’
a la línea de artes plásticas de la Fundación
que, además de exposiciones, incluye las becas o los
talleres. Una segunda parte del centro sería la destinada
a ‘generar vida’ en esta zona de la ciudad. Por
eso, se propone que cuente, por ejemplo, con librería,
biblioteca, cafetería, sala de lectura u otros espacios
ocio-culturales. Pero todas esas propuestas irán tomando
forma más adelante si finalmente se realiza el proyecto.