El papa tiene previsto aterrizar
en suelo británico el 16 de septiembre y quiere agasajar
al pueblo británico, anglicano por cierto, con una espectacular
muestra que tendrá lugar en el museo londinense Victoria
& Albert. Para ello ha hecho trasladar cuatro de una serie
de tapices que el artista renacentista Rafael realizó
para la Capilla Sixtina. Estos tapices son La pesca milagrosa,
La entrega de Cristo a san Pedro, La curación del paralítico
y El sacrificio de Listra.
Estos tapices fueron realizados por Rafael poco después
de que Miguel Ángel culminase los frescos de la Capilla
Sixtina, para decorar sus paredes inferiores. Las piezas, bordadas
en lana, seda e hilos de plata dorados, van a ser exhibidas
en Londres, y juntas por primera vez fuera del Vaticano. Estas
estarán acompañadas por los diseños originales
de Rafael, los cartones que sirvieron de plantilla o de espejo
para el trabajo de los mejores tejedores de Europa.
A partir del próximo miércoles y durante solo
seis semanas, el generoso préstamo del Papa permitirá
corroborar en la sede del Victoria & Albert (V&A) por
qué los elaborados tapices eran considerados hace 500
años una de las más preciosas manifestaciones
del arte. El museo londinense es depositario de los bocetos
originales, los llamados Cartones de Rafael, en realidad unos
cuadros de formato monumental que colgarán, lado a lado,
en la sala consagrada de forma permanente al genio del Renacimiento.
Durante dos años el artista trabajó esta serie
de pinturas sobre pasajes de la historia de san Pedro y san
Pablo, por encargo de León X, papa de la familia Medici.
El pago por la concepción y ejecución de los tapices
fueron 16.000 ducados de oro, al menos cinco veces más
que lo desembolsado por el resto de la decoración de
la capilla.
Fue muy complejo el trabajo realizado hasta conseguir realizar
estas magníficas piezas. Los cartones fueron enviados
a Bruselas, el gran centro de los tejedores europeos, y fielmente
reproducidos en el taller del maestro Pieter van Aelst. Los
artesanos cortaron los bocetos en tiras y los copiaron tejiendo
cada uno desde la parte posterior hasta llegar a realizar al
menos 10 de los 16 tapices inicialmente encargados (los únicos
de los que se tiene constancia) en 1519. Los tapices originales
fueron trasladados a Roma en 1521, donde a lo largo de los siglos
solo han estado colgados en su emplazamiento original durante
ceremonias solemnes pontificias oficiadas en la Capilla Sixtina.
La última ocasión data de 1983, cuando se exhibieron
allí con ocasión del quinto centenario del nacimiento
de Rafael. Hoy cuentan con su propia galería en el Vaticano,
después de haber sido expuestos en diversas localizaciones
del palacio Apostólico, e incluso en la plaza de San
Pedro. Casi cinco siglos después, han perdido lo más
vibrante de su colorido, pero retienen intacta su fuerza artística.
Las tiras fueron reunidas de nuevo para recuperar
unas pinturas que son consideradas obras de arte en sí
mismas, aunque no fueran inicialmente concebidas como tales.
Todo ello, los bocetos y los tapices, es lo que podrá
verse en esta impresionante exposición.