El libro posee una gran aportación
a los que quieran conocer a este pintor, entre ellas las seis
libretas desconocidas del artista, un conjunto de seis volúmenes
de apuntes de estudio y meditación sobre varios aspectos
del oficio pictórico, realizados entre 1931 y 1934, durante
la segunda estancia del artista jalisciense en Estados Unidos.
Para escribir este libro, Tibol se apoya en el conocimiento
íntimo de su personaje, para hacer que el relato sobrio
y cálido fluya con la naturalidad de quien está
contando la historia de un ser cercano y querido. Así,
la autora hace partícipe al lector de la aventura dramática
y valerosa de uno de los más queridos artistas mexicanos.
Según ella misma relata, la idea de publicar estos materiales,
surge al advertir el desorden que prevalecía en los cuadernos:
‘Estaban desordenados y me pregunté: ¿cómo
un material tan valioso está enredado de esta manera?
Tengo que ordenarlo. Algo que no fue fácil. Mi aportación
principal fue haber establecido los temas y darles la secuencia
que necesitaban, de tal manera que éste es un libro hecho
al alimón con Orozco’.
El libro fue presentado en el Foro Carlos Monsiváis,
foro que parte de las actividades de la Feria Internacional
del Libro del Zócalo, en la Ciudad de México.
En él ofreció una conferencia titulada 'José
Clemente Orozco y otros aspectos de los muralistas mexicanos'.
Allí, la argentina radicada en México relató
alguno de los aspectos más representativos del movimiento
muralista mexicano y de sus principales representantes: Diego
Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros,
Rufino Tamayo y Roberto Montenegro, con los cuales tuvo un contacto
personal.