La vivienda, denominada Casa
del Gladiador, ya que era el edificio en el que se entrenaban
los atletas, se vino a bajo este pasado sábado y según
señalaron los guardas, que atribuyeron los daños
a las filtraciones de agua, ‘primero cedió el muro
de la Domus y después, debido al peso del techo, que
es de cemento armado, se ha derrumbado todo el complejo’.
La construcción, que se encuentra en la calle de la Abundancia,
una de las vías principales de la ciudad, ha sido cerrada
al público para poder llevar a cabo las investigaciones
pertinentes, mientras que para los turistas se ha dispuesto
un camino de la visita alternativo.
Pompeya pasó a ser una leyenda después de que
la vida de la ciudad quedara sepultada el 24 de agosto del año
79 d.C. por culpa de la erupción del Vesubio, lo que
permitió, sin embargo, su conservación casi intacta.
En los últimos años, las excavaciones, que ocupan
440.000 metros cuadrados y han sido declaradas patrimonio de
la humanidad por la Unesco, han sido a menudo objeto de comentarios
en los medios, por el continuo deterioro que han sufrido.
Pero este tesoro que albergaba unos frescos de 2.000 años
de antigüedad, no es el único que está en
peligro, el ministro ha alertado que otros tesoros arqueológicos
pompeyanos podrían correr la misma suerte que la Casa
del Gladiador si no se los somete de inmediato a trabajos
de restauración.