La directora general de la
UNESCO, Irina Bokova, ha hecho un llamamiento para que se proteja
el patrimonio cultural en Egipto y se respete la libertad de
expresión. ‘Ante todo deseo expresar mi compasión
hacia las víctimas de la protesta cívica y sus
familias’, manifestó Bokova, haciendo referencia
a la muerte de al menos 190 personas en las manifestaciones.
Bojova ha pedido a todas las partes en conflicto que respeten
el patrimonio cultural, símbolo de su identidad nacional,
y la libertad de expresión, pilar esencial de la democracia.
Aunque la situación evoluciona rápidamente en
Egipto, las informaciones procedentes de este país sobre
estas dos cuestiones son preocupantes. Un buen ejemplo de ello
son los numerosos destrozos que se registraron en el Museo de
Cairo, donde dos momias faraónicas fueron laceradas.‘Los
monumentos y las obras de arte del patrimonio cultural egipcio
forman parte del legado ancestral de la humanidad que ha llegado
hasta nosotros a través de los siglos. Las 120.000 obras
del Museo Egipcio de El Cairo tienen un valor incalculable en
el plano científico y económico, pero su valía
es ante todo inestimable porque encarnan la identidad cultural
del pueblo de Egipto. Buena prueba de ello es esa cadena humana
de protección que centenares de ciudadanos formaron en
torno al museo para salvaguardarlo. Pido solemnemente que se
adopten todas las medidas necesarias para proteger los tesoros
de Egipto en El Cairo, en Luxor y en todos los demás
sitios culturales e históricos del país’.
También mostró su preocupación por la situación
de la libre circulación de la información y de
la libertad de prensa en el país. Los servicios de acceso
a Internet quedaron suspendidos y, según numerosas informaciones,
algunos periodistas fueron detenidos al mismo tiempo que se
les confiscaba su material profesional. Otros reporteros que
cubrían las manifestaciones de protesta fueron golpeados.
Además, se ha privado de licencias a varios medios informativos
y se han bloqueado sus difusiones por satélite. Según
sus propias palabras: ‘Es fundamental que se permita a
la prensa nacional y extranjera cumplir con su cometido de informar
al público objetivamente’, añadiendo que
‘impedir a los medios de información que lleven
a cabo su labor no restablecerá la tranquilidad, ni tampoco
creará las condiciones necesarias para que se entable
un diálogo constructivo’.
Egipto es uno de los miembros fundadores de la UNESCO y siempre
ha colaborado estrechamente con la Organización, especialmente
en el ámbito de la cultura. Cuenta con siete sitios inscritos
en la Lista del Patrimonio Mundial. Además, el Centro
de Documentación y Estudios Nubios emplazado en el Museo
de Nubia, en Asuán, y el Museo Nacional de la Civilización
Egipcia, con sede en El Cairo, se crearon con el apoyo de la
UNESCO. La Organización también participó
activamente en el renacimiento de la famosa Biblioteca de Alejandría,
destruida hace unos dos mil años, como centro de intercambios
para la cultura, la educación y la ciencia en la región
de los Estados árabes.