La exposición compuesta
por una veintena de obras, principalmente pinturas, aunque también
podrán verse una escultura y algún "cuadro
objeto", nos permite ver el particular universo interior
del artista barcelonés a través de un marco muy
singular: los muros del claustro del Convento de San Antonio
de Montefrío, Granada.
Sobre el espacio expositivo, el artista ha señalado:
“Las mayor parte de las obras que he seleccionado se nutren
de la ciudad de Roma y de su arquitectura religiosa. Por tanto,
cuando me propusieron exponerlas en el claustro de un convento,
no lo dudé. Continente y contenido se unen con total
armonía, es un marco extraordinario para mi trabajo”.
El arte de Montijano aspira a la simpleza, rechaza lo artificioso
y busca la pureza. Intenta que la arquitectura compositiva de
sus obras se sostenga utilizando elementos mínimos. Aunque
sus elaboradas composiciones ponen en juego elementos alegóricos,
y crean una atmósfera de misterio cercana a la espiritualidad.
En esta exposición se presenta Roma, una serie
iniciada en julio de 2009, en el estudio de Torremolinos, Málaga.
El germen de este trabajo surgió tras su tercer viaje
a Roma el verano de 2008. Es una evolución de la serie
Crucifixión, igualmente protagonizada por motivos
cruciformes pero algo más complejos e impregnada de un
fuerte aroma arquitectónico.
Emplea la tela “desnuda”, sin imprimación,
y a diferencia de la serie Crucifixión, que
la mayoría no llevan firma, las obras que conforman esta
pequeña serie van firmadas con carboncillo negro en el
margen inferior derecho.
Formalmente están inspiradas en Roma y en su arquitectura,
en la belleza madura y envejecida de sus edificaciones. Parte
de esa base como fuente de inspiración, pero no reproduce
nada concreto.
En la clave espiritual en la que Montijano trabaja, Roma
indaga en una espiritualidad más mundana con sus imperfecciones,
construida por el hombre, con parches, manchas, errores y tropiezos.
Pequeños apuntes biográficos
Marc Montijano (Vic, Barcelona 1978) artista multidisciplinar
que ha desarrollado su trabajo en gran cantidad de soportes
y con múltiples técnicas. Ha crecido entre pinceles,
pigmentos y lienzos, por lo que muy pronto se despertó
su sentir artístico. Sus comienzos pasan por una pintura
figurativa, con reminiscencias expresionistas, muy cercano al
quehacer de Egon Schiele, para terminar desembocando en la abstracción
bajo una visión muy personal e intimista. Poco a poco
su obra pictórica, su universo creador, va evolucionando
de la figuración a la abstracción y del trazo
a la materia.
La exposición tendrá lugar del 16 de julio al
21 de agosto en el Convento de San Antonio de Montefrío,
Granada.