Nicanor Parra, poeta y académico
casi centenario, es además de matemático y físico,
uno de los grandes ‘antisistema’ del universo poético,
a base de apostar por un contradiscurso lírico con el
uso del lenguaje cotidiano en la poesía tradicional.
Parra (Chillán, Chile, 1914), que acuñó
el término 'antipoesía', había figurado
en varias ocasiones entre los candidatos al premio Cervantes
y también para el premio Nobel.
Parra se convierte en el tercer chileno en ganar el Premio Cervantes,
después de Jorge Edwards que lo obtuvo en 1999 y Gonzalo
Rojas en 2003.
Hermano mayor de la mítica folclorista Violeta Parra,
nació el 5 de septiembre de 1914 en San Fabián
de Alico (Chile). En 1937 publica su primer poemario, 'Cancionero
sin nombre' con el que obtiene el Premio Municipal de Santiago.
En 1969 obtiene el Premio Nacional de Literatura de Chile por
'Obra gruesa', en 1991 es Premio Internacional de Literatura
Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, ocho años después
le otorgan la Medalla Rectoral de la Universidad de Chile, y
en el año 2000 le entregan los Premios Reina Sofía
de Poesía Iberoamericana y Bicentenario de la Universidad
y la Corporación del Patrimonio Cultural chilenas. Es
creador de la llamada 'antipoesía', que revolucionó
el lenguaje de los versos desafiando la tradición con
el más crudo lenguaje cotidiano, es el único superviviente
del trío más famoso de poetas chilenos, con Pablo
Neruda y Vicente Huidobro.
Tal y como lo escribió Parra: 'Una buena parte de mi
trabajo ha sido una apuesta constante por lo coloquial, por
recuperar la oralidad perdida. El lenguaje hablado nos desplaza
de la lírica a lo dramático. Si nos remitimos
al mundo de la palabra, veo que el lenguaje poético es
hoy una jerga que termina por asfixiarnos’. Parra se define:
"Yo no soy derechista ni izquierdista/ Yo simplemente rompo
moldes". Y dice del arte de escribir: "El poeta no
cumple su palabra/ Si no cambia los nombres de las cosas".
Apunta el poeta, ante la vida y la muerte, en otros versos:
"Que el presente no existe/ Sino en la medida en que se
hace pasado/ Y ya pasó.../como la juventud/ En resumidas
cuentas/ sólo nos queda el mañana:/ yo levanto
mi copa/ por ese día que no llega nunca/ pero que es
lo único/ de lo que realmente disponemos".
El mayor reconocimiento de la literatura en castellano, que
se concede anualmente desde 1975, cuando lo recibió Jorge
Guillén, se acompaña de 125.000 euros. El Rey
Juan Carlos entregará el galardón al premiado
el 23 de abril, en la Universidad de Alcalá de Henares,
localidad natal de Miguel de Cervantes.