Los dibujos se realizaron durante
los diez años de estudio y preparación del proyecto.
La iglesia fue encargada por Eusebio Güell en 1898 para
la colonia téxtil obrera de su propiedad, poniéndose
la primera piedra en 1908.
Estos dibujos no sólo muestran la genialidad arquitectónica
de Gaudí, sino que reflejan su elevada espiritualidad,
a través de una iconografía en torno al simbolismo
de las cuatro virtudes cardinales.
Desde 1898 hasta 1908, Gaudí estudió el proyecto
de la iglesia, utilizando para ello una maqueta realizada con
cordeles que materializaban los ejes de las columnas y de los
arcos, y de los cuales colgaban unos saquitos de perdigones
cuyo peso era proporcional al empuje que tenían que soportar.
De este modo, obtenía la estructura invertida que, una
vez fotografiada y girada, era pintada para ver el efecto resultante.
Una vez elaborado el proyecto y acabada la maqueta correspondiente,
en el mes de octubre de 1908 comenzaron las obras de la iglesia.
En ese momento, Gaudí había acabado Bellesguard
y la Casa Batlló y estaba construyendo la Casa Milá
y el Parque Güell. La construcción se interrumpió
en 1917, un año después se abandonaron definitivamente
las obras a causa de la muerte del conde Güell, resultando
finalmente una obra inconclusa. A partir de entonces, simplemente
se intentó acondicionar dicha edificación gracias
a los fieles colaboradores que trabajaron a las órdenes
de Gaudí.
En el libro de Isidre Puig Boada L´Església
de la Colonia Güell (Barcelona, Lumen, 1976) se comenta
que, a pesar de que se sabía que Gaudí realizaba
múltiples dibujos de sus proyectos antes de dar por finalizada
la maqueta, en el caso de la Colonia Güell parece que debieron
ser destruidos prácticamente en su totalidad en el año
1936, con el inicio de la Guerra Civil; solo unos pocos bosquejos
se conservaron en la misma rectoría de la iglesia.
Hasta que en 1967 se descubren dos de estos dibujos en la carbonera
de la masía de la Colonia Güell, que representaban
la iglesia superior. Al año siguiente fueron fotografiados
por los hermanos Blassi para ser reproducidos en 1969 en el
catálogo de la exposición El Modernismo en
España (Madrid) y en el libro de Descharnes y Prévost
La visión artistique et religieuse de Gaudí.
Dañados por la humedad, permanecieron en la misma masía
hasta 1975 en que pasaron a manos de una colección barcelonesa.
A continuación se expusieron por primera vez en la sala
Parés entre el 5 y 20 de junio de 1976, en una muestra
conmemorativa del 50 aniversario de la muerte de Gaudí,
centrada en sus dibujos originales.
Los dos dibujos, con un tamaño de 59 x 46 cm y 61 x 47
cm, están realizados a carboncillo, acuarela y gouache
sobre fotografía heliográfica y ofrecen la perspectiva
exterior e interior de la iglesia prevista originariamente.
Se hallan ampliamente reproducidos en libros y artículos
de prensa, y son conocidos por el gran público, gracias
a su participación en diversas exposiciones, como Univers
Gaudí (que tuvo lugar en el Centre de Cultura Contemporània
de Barcelona y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
de Madrid, durante la celebración del Año Gaudí
en el 2002).