La obra titulada 'Flower Girl',
realizada con pintura en aerosol negro, representa a una niña
con una cesta delante de una enorme planta cuya flor la ha sustituido
por una cámara de vigilancia.
Con un tamaño de 2,7 por 2,4 metros, el graffiti se hizo
en 2008 en la pared de ladrillo de una estación blanca
de Hollywood, Los Angeles.
Es la primera vez que se podrá adquirir una pieza de
este artista en los Estados Unidos, o al menos se intentará,
ya que otra obra, 'Slave Labour', sacada a subasta en Miami
por el grupo Sincura, fue retirada de la venta en el último
minuto tras la controversia suscitada por el desgarro que sufrió
la pared donde se había pintado en Londres.
La pieza finalmente fue vendida en junio en una venta privada,
por más de un millón de dólares por el
dueño de la pared donde se descubrió el graffiti.
Esta nueva pieza saldrá a subasta el próximo 5
de diciembre en Beverly Hills, y se espera que recaude más
de 150.000 dólares (112.000 euros), según la casa.
Dado que la obra fue pintada en una propiedad privada, el artista
no puede hacerse con ningún beneficio de la venta, dijo
Michael Doyle, director de depósitos de Julien's Auctions.
Doyle también añadió que el vendedor, cuya
identidad permanece en el anonimato, contactó con la
casa de subastas.