Se
trata de un pequeño almanaque de 80 páginas editado
por la casa inglesa Kirby Beard corresponde al primer trimestre
de 1906. Está forrado en cuero granate, con unas medidas
de 99 x 60 milímetros. Pero, al parecer, el novelista
no llegó a usarlo como diario en su momento y lo recuperó
como cuaderno de apuntes.
"Éste es el documento más antiguo que existe
sobre el universo de Combray, la primera parte de 'Por el camino
de Swann'. En él se hace referencia ya al paseo por el
Bois de Boulogne, la partida de canicas, el sonido evocador
del violín...", explica Guillaume Fau, conservador
jefe del Servicio de Manuscritos Modernos y Contemporáneos
de la Biblioteca Nacional de Francia, que adquirió este
tesoro en octubre de 2013, gracias a los fondos aportados por
el Círculo de Mecenas de la BNF. "La agenda todavía
está estudiándose y ni siquiera la hemos terminado
de digitalizar para ponerla a disposición del público
en nuestra red Gallica (gallica.bnf.fr), como están los
122 cuadernos manuscritos, borradores, páginas dactilográficas
y pruebas de impresión corregidas de 'À la recherche
du temps perdue», señala Fau. "Parece la matriz
de lo que luego constituiría el cuerpo de la obra. Una
colección de nombres propios inventados, términos
de arquitectura, botánica o cocina, que cualquier admirador
de Proust reconoce enseguida y prefiguran todo el universo de
Swann".
Desconocido por los expertos de la obra proustiana, salió
a la luz en abril del año pasado durante una subasta
celebraba en la sede parisina de Christie's. Entonces la BNF
no pudo hacerse con él porque el precio subió
hasta los 100.000 euros, pero hoy, gracias a la financiación
de los mecenas, ha pasado a manos del Estado y estará
digitalizado a disposición del público en cuanto
los técnicos de la BNF terminen de analizarlo.