Ayer por la noche, poco antes
de las 22.00h., hora española, entre fuertes medidas
de seguridad, llegaron los seis camiones cargados con las obras
que colgarán de las paredes de este centro, en principio
durante cinco años, y que tiene a los malagueños
expectantes.
Entre las obras hay piezas de grandes artistas del siglo pasado
y del actual. No en vano, la primera de las tres zonas fundamentales
del Cubo del Puerto malagueño albergará la colección
permanente, que se nutrirá de una colección de
unas 80 piezas, entre las que hay obras de Bacon, Brancusi,
Chagall, Ernst, Frida Kahlo, Giacometti, Calder, Magritte, Miró
o Picasso.
Según el presidente del Pompidou, Alain Seban, el discurso
expositivo irá evolucionando en función de los
volúmenes de este inmueble de 6.300 metros cuadrados.
De hecho, el propio edificio tendrá gran protagonismo.
El Cubo del Puerto de Málaga tendrá la impronta
del artista francés Daniel Buren. Este influyente creador
contemporáneo, considerado uno de los genios en el trabajo
in situ en edificios, integrará sus creaciones en el
inmueble y se convertirá en una de las estrellas del
acto inaugural del espacio expositivo, cuya estructura acristalada
entronca a la perfección con las reconocidas instalaciones
que acostumbra a desarrollar.
Otro de los espacios principales del inmueble se dedicará
a la celebración de dos o tres exposiciones temporales
al año; y una tercera zona estará dedicada exclusivamente
para la parte didáctica.