Las cartas, que podrán
ser admiradas a partir del 11 de abril en la sede central de
la casa de subastas Doyle, en el Upper East Side de Nueva York,
incluyen además flores prensadas, fotografías,
dibujos y otros recuerdos, hasta ahora desconocidos por el público.
Las cartas inéditas superan los cien folios, escritas
entre el 1946 y 1949, y según los organizadores, tienen
nueva información sobre algunas conocidas pinturas de
Kahlo como ‘Árbol de la esperanza, mantente firme’,
de 1946, y también puntos clave de su vida personal que
podrían cambiar la biografía conocida.
Las misivas siempre estuvieron en poder del destinatario, el
pintor catalán Josep Bartoli, hasta su muerte, en 1995,
cuando las heredó su familia, que se las pasó
a su actual dueño quien ha decidido venderlas.
Frida y Bartoli se conocieron en Nueva York, cuando ella se
recuperaba de una de las muchas intervenciones quirúrgicas
a las que se tuvo que someter en su columna vertebral, y desde
entonces su vida cambió radicalmente. Más allá
incluso de haber seguido viviendo con el muralista Diego Rivera,
en la famosa Casa Azul de Ciudad de México, la relación
con Bartolí no se extinguiría. De hecho, el envío
de mensajes duró tres años, y contó con
la ayuda de sus amigos y la hermana de Kahlo.
“Aunque Kahlo estaba profundamente ligada a Rivera, estas
cartas sugieren que ella lo habría dejado para vivir
con Bartoli. Ella le confesó a su amante que él
le daba una clase de amor que jamás había experimentado
antes”, detalla la biógrafa de Frida, Hayden Herrera.
El lote podría alcanzar los 120 mil dólares.
Algunos fragmentos de las cartas que saldrán a subasta:
Carta del 29 de agosto de 1946:
“Los átomos de mi cuerpo son los tuyos y vibran
juntos para querernos. Quiero vivir y ser fuerte para amarte
con toda la ternura que tù mereces, para entregarte todo
lo bueno que haya en mi. y que sientas que no estás solo.
Cerca o lejos, quiero que te sientas acompañado de mi,
que vivas intensamente conmigo, pero sin que mi amor te estorbe
para nada en tu trabajo ni en tus planes, que forme yo parte
tan intima de tu vida, que yo sea tu mismo, que si te cuido
nunca sera exigiéndote nada, sino dejándote vivir
libre... Te quiero como eres, me enamora tu voz, todo lo que
dices, lo que haces, lo que proyectas. Siento que te quise siempre,
desde que naciste, y antes, cuando te concibieron. Y a veces
siento que me naciste a mi. Quisiera que todas las cosas y las
gentes te cuidaran y te amaran y estuvieran orgullosas, como
yo, de tenerte. Eres tan fino y tan bueno que no mereces que
te hiera la vida."
Carta enviada en octubre de 1946
“Mi Bartolí… no sé cómo escribir
cartas de amor. Pero yo quería decirte que todo mi ser
está abierto para ti. Desde que me enamoré de
ti todo se ha transformado y está lleno de belleza…
el amor es como un aroma, como una corriente, como la lluvia”