Tras cerrar las puertas de
su edificio en la calle Madison, donde pronto abrirá
sede el Metropolitan, el Whitney ultima los preparativos para
abrir al público su nueva sede, en el 99 de la calle
Gansevoort, a los pies del popular parque del High Line y en
el barrio "chic" del Meat Packing.
Duplicando la superficie para la colección permanente
del museo, este edificio sigue las asimetrías, los ventanales
y las enormes planchas de acero pintado de blanco según
el proyecto que en 2008 le fue encargado al arquitecto genovés
Renzo Piano.
"El museo es una idea, no un lugar. Tenemos que ir donde
demos el mejor espacio para el arte y los artistas", aseguró
el director del museo, Adam D. Weinberg, cuando mostraron a
la prensa las obras de la nueva sede, que será la cuarta
para la institución.
El Whitney fue creado en 1918 por Gertrude Vanderbilt Whitney
bajo el nombre de Whitney Studio Club. Comenzó en la
avenida A, se mudó a la calle 54 y desde 1966 se había
asentado en el lado oriental de Central Park.
El nuevo edificio, situado en el bajo Manhattan, en el extremo
de la High Line, el parque urbano lineal construido en 2006
por James Corner Field Operations y Diller Scofidio + Renfro,
consta de 9 plantas con un espacio total de exposición
de 63.000 metros cuadrados, de los cuales 50.000 son interiores
y al aire libre 13.000, este último consiste principalmente
en terrazas con vistas al río Hudson.
Tendrá laboratorio espacial, un centro de estudios, dos
teatros y diversos servicios al público, como vestíbulo
de 6.000 metros cuadrados, un restaurante, una cafetería
y una tienda, espacios de almacenamiento, oficinas e incluso
una sala dedicada exclusivamente a las performances.
Para la apertura del museo, sus responsables han organizado
una exposición que recoloca toda su colección
permanente y rescata obras de su almacén que, por problemas
de espacio, no podían estar a la vista del público.