Desde
el pasado martes 14 de julio y hasta el 23 de este mismo mes
Kobra está llevando a cabo una serie de acciones de arte
con conciencia social en su ciudad natal.
Las intervenciones muestran y cuestionan diversos aspectos de
la vida de la ciudad más grande del país. "Por
lo general, en mi trabajo muestro la belleza e invito a la gente
a la contemplación. Pero con estas acciones de la "São
Paulo: Una Realidad Aumentada" buscamos invitar a la reflexión,
el posicionamiento y la actitud ", dice el artista.
Ni el propio Eduardo Kobra, grafitero que creció en Campo
Limpo, uno de los barrios más duros de la periferia de
São Paulo, sabía lo que podía pasar al
entrar en cracolandia, como se conoce a este barrio situado
al sur, de la mayor ciudad de Sudamérica por su elevado
número de adictos al crack.
Su intención era realizar una serie de murales en este
lugar, y hacerlo con la ayuda de la gente que vive allí,
en su mayoría drogadictos, y lo ha conseguido. Ha tenido
el apoyo y la complicidad de todo el barrio. Codo con codo realizaron
obras como una bailarina de ballet, retratando a una niña
de la favela de Paraisópolis, o el rostro de un desempleado
junto a su currículum, al tiempo que otros 150 currículos
de personas en paro fueron colgados en el mismo mural. "La
intención, después de ver la noticia de que Brasil
tiene sus peores números de desempleo en los últimos
años, era darle un rostro a esa estadística",
ha declarado el artista.
Kobra sostiene que para ser artista no hay que nacer en cuna
de oro o pertenecer a una clase social, sino empeñarse
en encontrar canales de expresión. Dice que el grafiti
le escogió ya que no tuvo muchas alternativas. “Viviendo
en una zona donde no hay mucho acceso a la cultura, pintar fue
la única forma que me permitió divertirme y expresarme.
A los 12 años empecé a pintar en las calles pero
ya desde los 8 llevaba siempre conmigo unos cuadernos de dibujo.
Pintaba de forma ilegal y tres veces me llevaron preso pero
decidí seguir adelante a pesar de las dudas de mi familia”.
Este street artist brasilero con retratos realistas coloreados
con una amplia gama de tonos y mosaicos dentro de los cuerpos
y rostros tanto anónimos como conocidos, ha forjado un
estilo propio y reconocible que se levanta en grandes muros
de Polonia, Suecia, Estados Unidos, México, Italia...
En cada uno de esos países, Eduardo Kobra ha dejado una
huella imborrable y un mensaje de solidaridad a los menos afortunados,
esos a los cuales dona belleza.