El
artista chino Ai Weiwei (Pekín 1957) ha publicado una
fotografía de sí mismo en su cuenta de Instagram
y Twitter
sujetando su pasaporte, el que le fue retirado hace ya cuatro
años, con la frase: "Hoy he recuperado mi pasaporte".
Así ha sido como todos nos hemos enterado de que por
fin este artista chino ya puede viajar, salir de su país.
Desde que el 3 de abril de 2011, el artista fuera detenido por
la policía china en Pekín cuando planeaba volar
a Hong Kong, las autoridades le habían retirado su pasaporte
y le habían prohibido abandonar el país.
Tras ochenta y un días de prisión en una celda
mínima y sin saberse donde se encontraba concretamente,
provocando protestas de los principales ámbitos culturales
y sociales de todo el mundo y diferentes gobiernos, ONG e instituciones
culturales enviaron mensajes pidiendo su liberación,
que se produjo en junio de 2011.
Fue procesado, acusado de evasión fiscal y destrucción
intencionada de documentos. Pero Weiwei siempre ha defendido
que esta acusación era una represalia por su postura
crítica con el Gobierno y su activismo político.
Tras el terremoto de Sichuan en 2008 en el que murieron miles
de niños al derrumbarse unas escuelas pobremente edificadas,
Weiwei, además de encabezar un movimiento de denuncia
en todo el país, realizó la obra conmemorativa
Remembering, que se encuentra en el museo Haus der Kunst de
Munich. En ella utilizó nueve mil mochilas de colores
en una enorme construcción que abarca toda la fachada.
Además de no poder viajar al extranjero, también
se le prohibió exponer en su patria y sus trabajos ya
abiertos al público fueron cerrados.
A pesar de la confiscación de su pasaporte, Weiwei ha
seguido realizando exposiciones fuera de China como la exposición
en el Museo Hirshhorn de Washington, y otra en Alcatraz, la
ex prisión de San Francisco o Centro Andaluz de Arte
Contemporáneo de Sevilla.
Sabemos de su vida por las miles de fotografías que cuelga
a diario en sus cuentas de Instagram, activa desde noviembre
de 2013, y de Twitter, la última la publicó ayer
y decía "hoy es el día 600".
Weiwei ha informado de que la policía no le ha impuesto
"ninguna condicional adicional o advertencia" antes
de que se le devolviera el documento, y ha añadido que
se sentía "muy relajado". Aún y así,
Weiwei ha recordado que, aunque ahora puede salir legalmente
de China, para visitar otros países sigue necesitando
que el Estado emita un visado.
Según ha declarado, planea viajar a Alemania pronto,
donde posee un estudio en Berlín y reside su hijo, Ai
Lao, de 6 años, con su madre. Además, la semana
pasada la Royal Academy de Londres inició una recogida
de fondos para instalar ocho de sus reconstrucciones de árboles
muertos en sus instalaciones.