El Comercial echa el cierre tras 128 años de historia/ Últimas Noticias / Homines. Portal de Arte y Cultura

El Comercial es uno de esos lugares en de Madrid en el que la literatura, el periodismo, el cine y la cultura en general eran su seña de identidad. A este café le dio voz y forma Camilo José Cela en La colmena, haciendo de él un lugar único a la vez que universal. El Comercial estaba abierto hasta ayer en la Glorieta de Bilbao nº 7.
"Para doña Rosa el mundo es su café, y alrededor de su café, todo lo demás", así arranca Cela su obra maestra, rindiendo un sentido homenaje a esos lugares donde el mundo se detiene a la vez que sigue su curso.
El Comercial fue fundado en 1887 por un sacerdote y desde entonces siempre tuvo más de literario que de comercial. Era el más veterano de los 'salones' de Madrid. Benito Pérez Galdós se enteró allí del asesinato de Prim. También se sentaron y conversaron Antonio y Manuel Machado que tenían su lugar determinado; el torero Mazantini daba charlas y Celia Gámez susurraba cuplés.
El Comercial era un lugar mágico a la vez que sencillo, con salón amplio, y lleno de espejos. Allí iban los del diario 'Arriba', que estaba en la calle Larra. En aquella ruta de cafés que era el Madrid del primer tercio del siglo XX, este establecimiento tomó delantera. En 1906 lo adquirió Eduardo Contreras Bueno. Los que echan el cierre son la tercera generación, Isabel Contreras y su prima Maribel Seracató.
Cierra un lugar mítico, lleno de historias y cultura, algunas tertulias estaban aún activas. Y es que el Comercial ha dado mucho de sí, también tenía un club de ajedrez y otro de mus. Y en la planta de arriba se hacían debates. En este lugar era fácil ver al poeta Tomás Segovia ultimando un verso, o a Rafael Sánchez Ferlosio desayunando cinta de lomo con un benjamín de Freixenet, también se acercaban el cineasta Álex de la Iglesia, la escritora Almudena Grandes o el cantautor Javier Krahe.
Sólo queda ya en Madrid el Café Gijón, el último bastión de ese Madrid de intelectuales, de personas llenas de inquietudes y de deseos de conversar y debatir, esperemos que continúe y no tenga el mismo fin que este otro que ayer dijo adiós.