Los
hallazgos fueron localizados en Tel Zalfit, un sitio arqueológico
que lleva dos décadas excavándose y que estuvo
poblado prácticamente desde el Calcolítico, hace
unos 5 mil años aproximadamente, hasta 1948, cuando sus
habitantes la abandonaron. El lugar se encuentra en la llanura
costera del centro del país, en las denominadas "Laderas
de Judea", a mitad de camino entre Jerusalén y la
ciudad portuaria de Ashkelón.
La expedición arqueológica, encabezada por el
profesor Aren Maeir, localizó este año la fortificación
y la puerta de acceso a la bíblica Gat, hogar de Goliat
según las Escrituras.
Maeir, profesor del Departamento para el Estudio de la Tierra
de Israel y Arqueología de la citada universidad, considera
la puerta desenterrada la más grande jamás encontrada
en el país, reflejo del estatus e influencia de Gat durante
ese período.
"A lo largo de veinte años de excavaciones asumíamos
que Gat en los siglos IX y X a.C. era la mayor de la zona, no
sólo filistea sino en general", según explicó
Meir.
"Con los últimos hallazgos vemos ahora que no sólo
era grande, de unas 50 hectáreas, sino que era dos o
tres veces mayor a Jerusalén u otras ciudades de la época
como Meguido o Beersheva", destacó. Acentuó
que la gran fortificación hallada "demuestra lo
poderosa que era la urbe, que siguió existiendo hasta
el 830 a.C., cuando Hazael de Damasco la destruye".
La puerta de la ciudad filistea aparece en una referencia bíblica,
concretamente en Samuel 21, que relata la historia de cuando
David escapó de Saúl, primer rey de Israel, y
se convirtió en siervo leal de Achich, rey de Gat.
Además del acceso monumental y la imponente muralla,
fueron descubiertos varios edificios aledaños, como un
templo y un taller para la producción de hierro.
Los hallazgos, así como la propia ciudad, fueron arrasados
por el rey Hazael de Aram Damasco, episodio mencionado en el
segundo libro de Reyes (12:18). Las excavaciones han sacado
a la luz restos que apuntan que se produjo un duro asedio y
la posterior destrucción del asentamiento a finales del
siglo IX a.C., probablemente relacionados con este suceso.
La destrucción de Gat, apunta el investigador, fue un
evento dramático que cambió el balance de poder
regional, permitiendo el surgimiento del reino independiente
de Judea en el siglo VIII a.C.
Hasta la fecha se han logrado hallazgos como templos filisteos,
evidencias de un terremoto en el siglo XVIII a.C., inscripciones
antiguas con nombres similares a Goliat, así como utensilios
y pruebas de la captura y destrucción de la urbe bíblica.
También se han localizado ruinas de una primigenia ciudad
canaanea, o del posterior castillo cruzado "Blanche Garde",
en el que se sabe que estuvo Ricardo Corazón de León.
Pero quizá su época dorada se remonta a aquella
en la que el relato bíblico describe al gigante Goliat.
"Según el texto bíblico, Goliat era de Gat,
y en esa zona se han encontrado dos inscripciones con nombres
similares en un alfabeto antiguo europeo", subraya Maeir.
También puntualiza que existe una fuerte tradición
sobre que los pobladores de Gat eran "muy grandes";
aunque "no hemos encontrado ningún esqueleto que
corrobore esa creencia, si bien podemos constatar que sus habitantes
eran poderosos al tener fortificaciones de ese tipo".
En las excavaciones han intervenido equipos de varias universidades
e instituciones del mundo, que han analizado diferentes estratos
de la milenaria población, pero hasta el momento este
es el mayor hallazgo.