La
obra, un óleo sobre lienzo de 33 por 46 centímetros,
de estilo cubista data de 1911, está valorada en 15 millones
de dólares, es "una pieza única" retorna
al Centro Pompidou de París, de donde desapareció
en 2001.
La embajada de Francia en Washington ha sido el escenario elegido
para formalizar la devolución del cuadro y mostrar ante
los medios de comunicación una obra, que fue contemplada
por última vez en 1998 en Múnich (Alemania), desde
donde regresó a París para ser guardada en el
almacén del museo, de donde fue sustraída.
Los encargados del Pompidou supieron de su desaparición
cuando en 2001 recibieron una petición de una institución
que quería exponer la obra y no pudieron localizarla
entre sus archivos.
En diciembre de 2014, el cuadro llegó a la localidad
estadounidense de Newark (Nueva Jersey) en un barco procedente
de Bélgica con una etiqueta en la que se podía
leer "Joyeux Noel" (Feliz Navidad, en francés)
y en la que se aseguraba que el contenido era una pieza de artesanía
con un valor de 37 dólares. Los agentes de aduanas examinaron
el paquete y descubrieron la obra de arte, que pasó al
Departamento de Seguridad Nacional.
En el acto celebrado hoy para hacer efectiva la devolución,
la directora del Servicio de Inmigración y Control de
Aduanas (ICE), Sarah Saldaña, quien presidió la
ceremonia, destacó que "Es un honor poder devolver
esta obra tan significativa”, y consideró la recuperación
y devolución de piezas de arte robadas como una "prioridad
significativa" para su división.
Los detalles sobre quién robó a La peluquera del
museo parisino y dónde ha estado escondido el cuadro
durante estos últimos 14 años todavía son
un misterio, pues el Departamento de Justicia de Estados Unidos
no quiere ofrecer datos de la investigación, todavía
abierta y de la que no se conocen sospechosos.
La Justicia de Estados Unidos tuvo que adquirir la propiedad
legal de la obra mediante un proceso de confiscación
por la vía civil para poder devolver a Francia la obra.
Los representantes de los gobiernos galo y estadounidense, Doré
y Saldaña, formalizaron la devolución del cuadro
con la firma de un "certificado de transferencia",
en el que se reconoce que la obra es "parte de la herencia
cultural francesa" y pertenece a París.
Según indicó la embajada francesa, la obra llegará
a Francia en las próximas semanas y será acogida
con toda el boato de un acto oficial en el Pompidou.