Los restos de Liu, que reinó
del 18 de julio al 14 de agosto del año 74 AC, durante
la dinastía Han (206 a. C. - 24 d. C.), uno de los reinados
más cortos de la historia, fueron hallados en un ataúd
de una tumba del cementerio de Haihunhou, cercano a Nanchang,
provincia de Jiangxi, considerado el más completo cementerio
de la dinastía Han Occidental de China. Ocupa más
de 40.000 metros cuadrados de superficie y contiene ocho tumbas.
Los sellos reales encontrados en el interior del féretro
parecen corroborar la autenticidad de la tumba.
La excavación comenzó hace cinco años, aunque
hasta ahora no se había probado que perteneciera a uno
de los emperadores más breves de la historia de China,
hasta el punto de que en el país es más conocido
como el "Marqués de Haihun", el título
nobiliario que se le concedió tras ser depuesto.
Liu, nieto del emperador Wu, al que se considera el principal
soberano de la dinastía Han, fue coronado como tal con
apenas 18 años, pero su propia familia, le destronó
por su moral disipada, en sus primeros días de reinado
se saltó las normas de luto por la muerte del anterior
monarca, y su falta de talento.
Generales, ministros y otros influyentes personajes de la corte
conspiraron para su destitución y la retirada de sus títulos
nobiliarios, aunque 10 años después, enviado al
exilio, se le reconoció el de marqués, con el que
ha pasado a los anales históricos. |
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