La semana pasada, más concretamente el jueves, bajo un
barrio popular de El Cairo se halló uno de los descubrimientos
"más considerables" del Antiguo Egipto. Hoy se
ha recuperado la parte superior de la escultura por el equipo
de arqueólogos lleva excavando en la zona desde 2012.
Un grupo de investigadores egipcios y alemanes extrajeron algunas
de las piezas que pertenecen a una estatua de unos ocho metros
de altura y cuatro toneladas de peso realizada en cuarcita. Casi
con toda seguridad representa a Ramsés II (1279 a. C. y
1213 a. C.), uno de los faraones más destacados y longevos
del antiguo Egipto. En ese momento sólo se había
recuperado la parte inferior de la cabeza, la corona, la oreja
derecha, el busto, y un fragmento del ojo derecho. Todo ello fue
encontrado en una zona cercana a un mercado callejero, en la zona
arqueológica de Ain Shams, en las cercanías de las
ruinas del templo de Ramsés II en la ciudad antigua de
Heliópolis.
Según declaró el egiptólogo Khaled Nabil
Osman, la estatua es un "hallazgo impresionante" y que
es muy posible que el barrio de Matariya, en el este de El Cairo,
pueda estar repleto de piezas enterradas entre barro y aguas subterráneas.
Según Zahi Hawass, célebre egiptólogo y exministro
de Antigüedades, el barrio donde fue encontrada la estatua,
es arqueológicamente complicado, por haber sido levantada
la edificación moderna por encima de templos y tumbas antiguas.
Además, la mayoría de las piezas se encuentran,
de hecho, por debajo de las aguas subterráneas, a una profundidad
de entre dos y cuatro metros. "Por esta razón ni un
solo objeto de la antigua historia de Egipto ha sido hallado íntegro
aquí", explicó el egiptólogo.
El ministro de Antigüedades, Jaled Al Anani, ha declarado
que la estatua se trasladará al Gran Museo Egipcio para
ser restaurada y expuesta en el museo que será parcialmente
inaugurado en 2018, frente a las pirámides de Giza.
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