La pieza fue descubierta en un templo funerario de Amenhotep III
en la zona de Kom al Hitan, situada en la orilla oeste del río
Nilo a su paso por Luxor.
La estatua se encuentra esculpida en la parte inferior de la pierna
derecha de una estatua de dimensiones colosales de su marido,
que fue el noveno gobernante de la XVIII dinastía faraónica
y cuyo reinado se prolongó durante 38 años.
La estatua de la reina ha sido calificada por el ministro de Antigüedades
egipcio, Jaled al Anani, como “importante, hermosa y única”,
según un comunicado del Ministerio de Antigüedades.
La arqueóloga armenia Hourig Sourouzian, jefa de la misión,
explicó que el hallazgo de la escultura ocurrió
de manera “fortuita”, cuando se levantaba la parte
inferior del coloso de Amenhotep III.
Sourouzian destacó el buen estado de conservación
de la obra y resaltó que todavía conserva los antiguos
colores con los que fue pintada. En este sentido indicó
que la escultura necesitará de un delicado trabajo de consolidación
y de restauración.
Tiye que no era de sangre real, sino que pertenecía a la
pequeña nobleza de la ciudad de Ajmin, se casó con
el gran faraón Amenhotep III y desde entonces fue representada
junto a él en varios monumentos. Pero según Al Anani,
es la primera vez que se descubre una estatua de alabastro de
la reina Tiye en el interior del templo funerario de su esposo,
ya que el resto de reproducciones encontradas son de granito.
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