Se trata de una
tumba monumental de mármol, con una inscripción
de 4 metros en 7 líneas (el epitafio en verso dedicado
a Alia Potestad tiene más palabras, pero es más
pequeño en dimensión), por lo que se sería
una de las más largas halladas hasta el momento. Según
el arqueólogo Massimo Osanna “Es el descubrimiento
más importante de los últimos decenios en Pompeya.
Y además ha sido casual”. Osanna, el superintendente
de la antigua ciudad romana, destruida por el Vesubio en el
79 d.C. no tiene ninguna duda.
La tumba ha sido descubierta casualmente mientras se realizaban
unos trabajos para la reestructuración de los edificios
del área de San Paolino, cerca de la llamada Puerta de
Estabia, una de las entradas de la ciudad. Impresionan también
los surcos dejados por carros sobre las cenizas y escoria que
arrojaba el volcán, una señal evidente de pompeyanos
que huían en busca de seguridad ante la erupción
del Vesubio.
Es más que probable que se trate del sepulcro de Gneo
Alleo Nigidio Maio, fallecido un año antes de la erupción
que sepultó Pompeya, uno de los pompeyanos más
notables de la ciudad, al que la gente llamaba “príncipe”,
en señal de gratitud por los magnos espectáculos
que organizaba con centenares de gladiadores (hay una referencia
en la inscripción a 416 gladiadores), lo que constituye
algo extraordinario.
En el anfiteatro de Pompeya, datado en el 70 antes de Cristo,
el más antiguo entre los que se conservan completamente,
podían asistir 20.000 personas. Los pompeyanos entraban
gratuitamente. Para hacerse promoción y ganar votos,
los hombres más poderosos de la ciudad y los políticos
locales ofrecían de forma periódica espectáculos.
Y Gneo Alleo Nigidio Maio fue sin duda uno de los pompeyanos
más conocidos, porque sus espectáculos eran especialmente
llamativos. “Viva Maio, príncipe de la colonia”,
se leía en una inscripción. Nigidio Maio era hijo
de un liberto, un esclavo al que se le concedió la libertad,
debido a su amistad con Nerón, emperador entre octubre
del 54 y junio del 68 d. C.
No se puede asegurar al cien por cien que sea Alleo Nigidio
quien descanse en esa tumba, porque se ha perdido el nombre
del difunto, que no aparece en la inscripción, pero sí
se detallan las etapas fundamentales de su vida, como la boda
o la adquisición de la toga viril. Pero para Massimo
Osanna, caben pocas dudas de que no sea Nigidio tras estudiar
la inscripción, en la que puede leerse "Viva Maio,
príncipe de la colonia": “Se recuerdan acciones
y actividades realizadas con ocasión de momentos importantes
de la biografía del difunto. Con motivo de su boda o
adquisición de la toga se organizaron grandes banquetes
con miles de pompeyanos”, afirma Osanna.
El descubrimiento de la tumba arroja nueva luz sobre la vida
política y pública de Pompeya. Incluso de la historiadora
de Roma, Mary Beard, premio Princesa de Asturias de Ciencias
Sociales, se ha hecho eco de la noticia, destacando que “un
espectáculo con 416 gladiadores es mucho más de
cuanto sabemos hasta ahora de Pompeya, y mucho más de
lo que habíamos imaginado hasta ahora”.
Este hallazgo pone de manifiesto que Pompeya sigue dando sorpresas
muy importantes. Por ello, Osanna ha puesto en marcha un nuevo
programa de excavaciones, en el que se han implicado universidades
e institutos de investigación de todo el mundo.