La histórica
abadía de Cluny, en Francia, guarda secretos como el
tesoro medieval descubierto bajo la antigua enfermería.
A apenas diez centímetros del suelo, junto a una pared,
arqueólogos franceses encontraron a mediados del pasado
septiembre una bolsa de tela enterrada hace más de ocho
siglos. En su interior descubrieron más de 2.200 monedas
de plata, en su mayoría acuñadas en Cluny o cerca
de la abadía y datadas probablemente en la primera mitad
del siglo XII, según ha dado a conocer el equipo de investigadores
dirigido por Anne Baud y Anne Flammin, de la Universidad Lumière
Lyon 2 y el Laboratorio de Arqueología y Arqueometría
ARAR.
Otra bolsa de piel anudada en el interior de la primera contenía
21 dinares musulmanes de oro procedentes de la parte de la Península
en manos musulmanas y del norte de África (actualmente
Marruecos). Monedas de entre los años 1121 y 1131, correspondientes
al reinado del almorávide Ali Ben Youssef (1106-1143).
En esta segunda bolsa se ocultó además una hoja
de oro de unos 24 gramos en el interior de un estuche, un pequeño
elemento circular en oro y una joya de gran valor que pocas
personas en la Edad Media podían tener. Se trata de un
singular anillo de oro decorado con un grabado en relieve de
color rojo con el retrato de un dios y una inscripción
que podría ser de la primera mitad del siglo XII.
El hecho de que la moneda árabe, los dinares de plata
y un anillo de sello se enterraran juntos hace que este descubrimiento
sea aún más interesante, según el equipo
investigador, liderado por la Université Lumière
Lyon 2.
La campaña de excavación, autorizada por el Departamento
Regional de Asuntos Culturales de Bourgogne-Franche-Comté
(DRAC), se llevó a cabo entre el 11 de septiembre y el
20 de octubre, dentro de un amplio programa de investigación
sobre la abadía de Cluny. Desde 2015, los arqueólogos
estaban centrados en el estudio de la enfermería monástica,
de la que se tenía noticia por documentos tardíos
de 1623 y 1700. Esta parte del monasterio cobijaba a los monjes
enfermos o ancianos de la comunidad y estaba situada junto a
la capilla mariana, un lugar litúrgico aún poco
definido.
«Estamos interesados en la enfermería, un espacio
esencial que funciona como un pequeño monasterio dentro
de un monasterio más grande. Solo los monjes enfermos
y los ancianos eran bienvenidos allí, con reglas diferentes
del resto de la abadía, especialmente con respecto a
la dieta, ya que tenían derecho a la carne cuadrúpeda»,
explicó Anne Flammin, CNRS, organismo oficial de investigación
francés.