El británico Damien Hirst realizó 14 colosos de
bronce donde puede verse desde el óvulo fecundado, la división
celular, hasta la formación del feto en el primer mes de
embarazo, estatuas que recuerdan el milagro de la creación
hasta el nacimiento de un nuevo ser humano.
Esta es la impactante y controvertida propuesta que el artista
creó para los accesos al hospital Sidra de Doha, en Qatar.
Estas impresionantes obras fueron concebidas en 2005 para celebrar
la salud y la cultura, dos elementos clave de la Visión
Nacional de Qatar 2030, según se dijo en 2013, cuando fueron
inauguradas junto con la primera muestra de arte del artista en
Medio Oriente.
La colección, titulada El viaje milagroso, ofrece
una mirada a las sucesivas etapas de la concepción. La
primera de las esculturas captura el instante en el que un espermatozoide
fecunda un óvulo; su transformación en feto y su
evolución hasta el día del parto, con la figura
de un recién nacido de 14 metros. Las obras también
incluyen el embarazo de gemelos.
"Supongo que las diferencias culturales son un poco complicadas.
En Inglaterra, no habría sido un problema ver un bebé
desnudo, tampoco el embrión, el óvulo y el esperma",
reconoció Hirst a la prensa local cuando la estatua fue
exhibida por primera vez al público, a principios de octubre
de 2013. "Culturalmente podemos decir que ésta es
la primera escultura desnuda de Oriente Próximo",
dijo ya entonces. Semanas después, y tras una ardua polémica
por parte de algunos sectores partidarios del conservadurismo
religioso que rechazaron la representación de seres humanos
en obras artísticas, las autoridades qataríes cubrieron
las esculturas alegando que la construcción del hospital
podría dañar unas obras que pesan 216 toneladas.
Desde entonces, habían permanecido en las inmediaciones
de la clínica, pero sin descubrir. Su regreso a escena
coincide con la apertura de las instalaciones médicas.
Hace un lustro Sheika al Mayassa, hermana del actual emir y directora
de la Autoridad de Museos de Qatar, trató de rebajar la
polémica argumentando que "existe un versículo
en el Corán sobre el milagro del nacimiento". "Esto
no está contra nuestra cultura ni nuestra religión",
explicó Mayassa, quien ha convertido Qatar en el primer
comprador de arte del planeta.
Laila Ibrahim, una experta en arte de la fundación Qatar,
que cuenta con el apoyo del gobierno, declaró que "no
esperan que les guste a todos". "No estamos esperando
que todos los entiendan. Por eso están allí para
crear realmente este elemento de debate, este elemento de pensamiento".
"Creemos que refleja mucho la misión de Sidra, cuidar
la atención médica de mujeres y bebés",
dijo. "Creo que es perfecto para la ubicación, ya
que se puede ver que muchas personas están tomando fotos,
creo que se está convirtiendo en un ícono". |
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