Rabbit,
la figura plateada, obra de Jeff Koons, fue vendida por 91,1 millones
de dólares (81,3 millones de euros) en una subasta organizada
por Christie´s en Nueva York, el precio más alto
pagado por el trabajo de un artista en vida. La figura con forma
de conejo inflable ocupó desde su creación hace
33 años portadas de revistas, catálogos y libros
de arte, y lo sigue haciendo.
Esta pieza, de un metro de altura, que parte de una serie que
Koons creó en 1986, era la estrella de la noche dedicada
al arte de postguerra y contemporáneo. Apenas 10 minutos
y cuarenta segundos, según cronómetro oficial de
la casa vendedora, tardó en ser adquirida. Una escultura
“bella, siniestra, vacía, sexy, escalofriante, deslumbrante
e icónica”, según la describían en
el catálogo de la casa de subastas.
Fue adquirida por alguien que estaba entre el público.
Horas después, se reveló que era el marchante de
arte Robert Mnuchin, padre del actual secretario del Tesoro de
EE UU. Superó en casi un millón de euros la marca
que estableció el pasado noviembre, en la misma sala, la
pintura Retrato de un artista (grupo de dos figuras),
de David Hockney, por la que pagaron 80,5 millones. El veterano
pintor británico arrebató en aquella ocasión
el primer puesto a Koons, que entonces lo ostentaba por la venta
en 2013 de Balloon Dog (Orange) por 52,1 millones.
Aunque el Rabbit de Koons se llevó toda la atención,
tampoco se le quedó muy lejos la pintura titulada Buffalo
II, de Robert Rauschenberg, que se subastó por 88,
8 millones de dólares (79,3 millones de euros). Por Spider,
de Louise Bourgeois, se pagó 32 millones (28 millones de
euros). En ambos casos marcaron un nuevo récord para cada
uno de los artistas. En total se recaudaron cerca de 539 millones
de dólares (481,6 millones de euros) durante la noche en
Nueva York. |
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