Albert
Uderzo nacido en Fismes, departamento del Marne, el 25 abril 1927,
Uderzo falleció en Neuilly, en las afueras de París,
la madrugada del martes 24, como consecuencia de una crisis cardíaca
“sin relación con el coronavirus”, explicaron
fuentes de la editorial, que destacaron que falleció “rodeado
del amor de su familia”.
La familia dio la noticia a primera hora de la mañana con
un comunicado dirigido a la Agencia France-Presse (AFP): “Albert
Uderzo ha muerto, mientras dormía, en su domicilio de Neuilly,
víctima de una crisis cardíaca sin relación
con el coronavirus. Estaba muy fatigado desde hacía varias
semanas”.
Fascinado por el cómic y por hacer reír a los demás
–nunca ocultó que su profesión frustrada era
la de payaso, Uderzo dibujó desde su más tierna
infancia, lo que le llevó a crear en 1944 su primer cómic,
“Flambergue”, una historia de mosqueteros. Su vida
cambió cinco años más tarde, tras conocer
a René Goscinny (1926 - 1977), a quien consideraba su hermano
y con quien ideó las aventuras de uno de los personajes
más universales en la historia del tebeo: Astérix
el galo. Tras la publicación de la primera historia de
Astérix, “Astérix el galo”, el 29 de
octubre de 1959, el galo mitológico comenzó a crecer
de manera vertiginosa. Aquel primer libro tuvo una tirada de 6.000
ejemplares. Uderzo se quejó a su editor: “¿No
podríamos hacer ediciones más generosas”.
“Oiga, cuando usted venda 30.000 ejemplares volveremos a
hablar”, le dijo el responsable. De ese libro se han vendido
centenares de miles de ejemplares, y , que dieron lugar a 38 álbumes,
de los que se han vendido 380 millones de ejemplares en 111 lenguas.
Autores asimismo de otros cómics como el del pequeño
indio Umpah-Pah, la pareja creativa se rompió en 1977 con
la muerte del guionista, que sumió a Uderzo en la devastación.
Sin embargo, el dibujante se sobrepuso y decidió continuar
con la serie de Astérix ejerciendo él mismo como
guionista y dibujante, realizó siete álbumes, e
incluso llegó a fundar su propia casa editorial, Albert-René.
En los últimos años mantuvo un litigio con su hija
Sylvie por la gestión del patrimonio de Astérix,
que se resolvió con un acuerdo extrajudicial en 2014.
En 2013, anunció que no seguiría dibujando y cedió
el testigo de Astérix al ilustrador Didier Conrad y el
guionista Jean-Yves Ferri, aunque conservó la potestad
de supervisión de los nuevos tomos, el último de
los cuales, “La hija de Vercingetórix”, apareció
el año pasado. |
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